Como van las cosas en relación a nuestros vecinos del Oeste de la isla, la República tendrá que acostumbrarse a la informalidad habitual con que se manejan frente al Estado dominicano, a veces ignorándolo y generalmente incumpliendo lo pactado. Y rutinariamente, de manera desconsiderada.
Todavía el gobierno haitiano no ha presentado una excusa formal por la agresión de que fue objeto el consulado dominicano en Puerto Príncipe. Lo que se ha sabido es que los manifestantes tenían aprobación de las autoridades, en base a que la protesta se montaba por el respeto a los derechos humanos de los haitianos en el Este de la isla.
Con sobrada razón, las autoridades dominicanas cerraron las legaciones. Era lo menos ante las agresiones y amenazas. Quizás sea oportuno valorar la conveniencia de mantener cinco consulados en Haití.
El viernes el presidente Michel Martelly habría condenado ataques contra dominicanos en Haití y abogó por el cese de los conflictos. También habría hablado de la necesidad de trabajar para mantener una buena relación con los dominicanos. Eso es lo que se espera.
Asimismo, el canciller Duly Brutus hablaba de un encuentro con el canciller Andrés Navarro en Guatemala, a propósito de la reunión del SICA, pero en ningún momento se había dirigido formalmente a las autoridades nacionales para coordinar esa reunión. Al parecer lo hizo el viernes.
De todas formas, el canciller Navarro mantiene un ánimo conciliatorio: “Nosotros estamos dispuestos a reunirnos con ellos para reanudar los buenos niveles de relación y hermandad que deben existir entre nuestras naciones”.
La conducta informal de las autoridades haitianas es histórica. Formal a la hora de los discursos y acuerdos. En la práctica, nada seguro. Cualquier cosa puede suceder.
Frente a un interlocutor de esa naturaleza, el gobierno debe actuar con paciencia, con prudencia. Mantenerse apegado a las normas internacionales y reclamar que Haití se someta a las mismas.
La reunión en Guatemala anunciada unilateralmente por Brutus y aceptada por el gobierno dominicano podría ser el comienzo de otra etapa. Quizás sea útil sólo para bajar la tensión. l