50 sombras de Grey

Juego de poder y seducción. No es filme que busque extraordinarios planteamientos en torno al sexo mediante una historia de encuentros sexuales con juegos eróticos incluidos, entre un hombre y una mujer. Su marcado éxito viene precisamente de encauzar&

Juego de poder y seducción. No es filme que busque extraordinarios planteamientos en torno al sexo mediante una historia de encuentros sexuales con juegos eróticos incluidos, entre un hombre y una mujer. Su marcado éxito viene precisamente de encauzar toda la trama en un submundo de pornografía light. Una película con un gran despliegue propagandístico en las pantallas dominicanas como si no hubiese nada más interesante que exhibir para el público dominicano. Pues bien, la gran importancia del filme radica en su exitosa adaptación de un libro homónimo que si no hubiese tenido éxito editorial no se hubiese hecho la película. Y es interesante ver como se manipula al gran público. Pues sí, el filme, como todo ese tipo de narrativas, transforma el libro erótico en un romance light a lo Hollywood. Se cuida de no caer en lo rastrero aunque las escenas de sexo no explícito vayan siendo introducidas con un menú de objetos eróticos bastante usados desde tiempos inmemoriales. Eso sí, es obvio su apelo a la pornografía, su orientación al vicio y a hacer de la conducta libertina algo bien festivo. Muy en el tono y requerimientos del espectador que compra estos productos audiovisuales.

Lo reprochable en todo esto es que se abusa de la autonomía comercial para exhibir estos filmes en medio de un marasmo social donde el interés puramente comercial aporta a la vaguedad de la violencia contra la mujer. ¿En el día de la mujer? Y esto es un ofensivo menosprecio a los cánones de responsabilidad social que adeuda el cine a la sociedad dominicana. El estupro de mujeres se ve banalizado con esta película. Y no parece haber un equilibrio ni en la producción de estas películas, su difusión y la responsabilidad social que se debe practicar al menos por imagen. Decimos todo esto porque el filme confunde fetiche con abuso. Y coincide con la promoción viciosa de la pornografía light dirigida al consumo de la dura. Podría parecer alarmista sino fuera porque este es apenas el primero de una trilogía de un proyecto sistémico. Pero volvamos al tema. Esa narrativa que puede resultar aburrida para quien conoce esa dinámica de seducción y rechazo a priori y a posteriori, tiende a cautivar a los jóvenes sin experiencia, sobre todo cuando recurre a tratar temas “controvertibles” como masoquismo y sexo. 

H. Dirección: Sam Taylor .Duración: 125 minutos

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas