¡Jefe, escuche!

Yeni Berenice Reynoso dijo ayer: “Desde hace más de un año, desde la Fiscalía hemos dicho la gran preocupación que genera el hecho de que aproximadamente en el 90% de los casos de criminalidad organizada, están involucrados policías y militares,&#

Yeni Berenice Reynoso dijo ayer: “Desde hace más de un año, desde la Fiscalía hemos dicho la gran preocupación que genera el hecho de que aproximadamente en el 90% de los casos de criminalidad organizada, están involucrados policías y militares, en la mayoría de los casos de narcotráfico a gran escala, sicariato, de crimen organizado, hay policías y militares”.

De inmediato, el director de relaciones públicas de la Policía se adelantó con una declaración muy propia de sus funciones, pero que en nada contribuye a trabajar una cuestión tan seria como la denunciada por la fiscal.

El coronel Jacobo Moquete la rechazó con un “entendemos como exagerada su afirmación de que un 90 por ciento de los casos de crimen organizado están involucrados militares y policías”. Una típica declaración para salir del paso, acicalada con una defensa fuera de lugar de su jefe: “… estamos ante un jefe de la Policía implacable con la delincuencia a lo interno y externo de nuestra institución”.

Es la respuesta que ya no quiere oír la sociedad. No es un problema de la conducta ni de la actitud personal del jefe de la Policía. Es que la queja de la fiscal del Distrito está avalada en cifras. Además, es parte de la cotidianidad verificada por los medios de comunicación.

El jueves, dos agentes fueron capturados en plena acción delictiva en la avenida John Kennedy, en lo que parecía un atraco a mano armada, que no ha sido explicado por la Policía.

Más aún, la fiscal Reynoso no habló de los múltiples delitos en que se involucran los policías ni de los crímenes que cometen contra los ciudadanos. No. Sólo se refirió a los “casos de criminalidad organizada, narcotráfico a gran escala, sicariato”.

Lo que debe hacer Moquete y todos los oficiales seriamente preocupados por la seguridad ciudadana y el destino de la Policía, es mirarse a sí mismos, profundamente, por dentro, más allá de lo que permite el sentido de la vista; mirar la institución por dentro y ver si se puede salvar del crimen que la tiene secuestrada.

Jefe, tiene que oír. 

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas