La carne de cerdo destaca por su sabor. Este suele concentrarse en las piezas que se encuentran más próximas a los huesos, reconociéndose las costillas como las piezas más sabrosas. Dichas piezas cuentan con un sabor sumamente agradable y pronunciado, el cual se ve complementado con la diversidad de formas para prepararlas. Afortunadamente, las costillas de cerdo se pueden comer de muchísimas formas, de tal manera que los paladares nunca se cansen de probar el mismo sabor. Y lo mejor es que aunque el contenido energético de estas piezas es superior al de otras piezas del cerdo, su aporte de vitaminas y proteínas revierte esta situación y hace que esta pieza sea beneficiosa para la salud.
Entre las vitaminas que encontramos en las costillas del cerdo destacan las del grupo B, vitaminas que cuidan de la mente y además son muy buenas para la salud del corazón y las arterias, en concreto la B1 y la B3. Gracias a los aportes de la vitamina B1, las costillas de cerdo son útiles para superar el estrés y la depresión. Los médicos también recomiendan consumir esta vitamina en períodos de embarazo o lactancia, o después de operaciones o períodos de convalecencia.
En cuanto a las proteínas que contienen las costillas de cerdo, los expertos estiman que en 100 gramos de costillas uno puede consumir alrededor de 17 gramos de proteínas. Este contenido es importante para la defensa del organismo contra infecciones, para los músculos y para la hemoglobina, entre otras funciones.
¿Dónde comerlas?: Tony,s Romas, Madera Stake House, Fridays, Ouback y Don Néstor Parrillada son algunos de los establecimientos donde puedes degustar este rico plato.
