Se justifica cambiar minería por turismo

El proyecto para el desarrollo turístico de Pedernales es la primera gran prueba para la política turística del gobierno del presidente Danilo Medina.

El proyecto para el desarrollo turístico de Pedernales es la primera gran prueba para la política turística del gobierno del presidente Danilo Medina. En cualquier otro lugar del país con los atractivos necesarios, un plan similar a este sería tan fácil como esparcir la mantequilla en pan caliente.

Además de las exigencias propias de una iniciativa como esta, deben resolverse obstáculos complejos. El primero es el litigio sobre la propiedad de los terrenos costeros turísticos de propiedad estatal expropiados por políticos y funcionarios, un vergonzoso escándalo de corrupción.

El litigio se estancó varios años por falta de voluntad y la actitud cómplice de jueces y funcionarios del sistema de justicia. Medina escuchó el clamor social por el rescate de la propiedad estatal y creó un sólido equipo de abogados que ya obtuvo su primer éxito en primera instancia. El proceso puede ser largo y nada está seguro en el corrompido sistema judicial aún con el comprobado interés de Medina.

Para salvar este obstáculo, Medina acudió a la figura del fideicomiso a cargo de una fiduciaria del Banco de Reservas, y por esta vía se ofrecerá garantía a la inversión privada en Pedernales.

El segundo obstáculo son las actividades mineras y de producción de cemento en Cabo Rojo, la zona escogida para crear el núcleo principal de desarrollo turístico. Con una simple inspección, aún los no expertos, podemos comprobar que el turismo y la minería y el cemento son excluyentes. El Gobierno tiene que optar por una de las dos.

Medina ha dado notorias señales de que se inclina por el turismo. El primer paso fue poner fin al contrato de explotación de la bauxita en las lomas de Pedernales y al uso del puerto de Cabo Rojo para su exportación. Es claro que se inició con este tema por ser el expediente más fácil. Se ha extendido el plazo de cierre de uno a tres meses, pero la decisión de cerrar la operación es irreversible.

Está pendiente el caso de la Ideal (exportación de calizas) y de Cementos Andinos, empresas de capital colombiano. El historial de confrontación de este grupo con el Gobierno, la contaminación (incluyendo la visual) que provocan sus actividades en Cabo Rojo y zonas próximas y sus problemas financieros (actualmente tiene suspendido la mayor parte de su personal), indican que el cierre de este expediente se acerca.

Se puede entender que algunos tengan dudas sobre la opción de Medina por el turismo, pero se justifica y consideramos que medio siglo de actividad minera y un largo período de la cementera no han logrado cambiar la condición de pobreza generalizada existente en la provincia. El turismo es una mejor opción para Pedernales y la región.

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