Santiago.-El ofertar su cuerpo al mejor postor, como trabajadora sexual en el entorno emblemático parque Valerio, no ha sido obstáculo para que Carmen Gómez pudiera lograr su sueño de ser profesional.
Carmen, de 37 años de edad es nativa de Moca y tiene siete años en el oficio de la prostitución, pero recientemente logró dar el salto y graduarse como radióloga.
“Soy madre de cinco hijos y tengo que mantener a mi madre con esto, por eso sigo en las calles hasta tanto me nombre en el hospital con mi profesión de radióloga”, expresa Gómez al hablar con reporteros de El Caribe.
Aunque sigue en la calle, para poder contratar sus servicios sexuales deben hacerlo vía telefónica.
Reconoce que muchas de sus compañeras, lo poco que ganan con su labor de trabajadoras sexuales lo utilizan para comprar drogas.
“Yo sé que la calle está dura, pero a veces tengo hasta dos clientes por día. Algunos me pagan dos mil pesos por salida”, apunta Gómez.
Su mayor orgullo es que ha podido levantar a sus cinco hijos con edades entre seis y 17 años.
En el entorno del parque Valerio, el ofertar los servicios sexuales se hace de forma normal desde que dan las cinco de la mañana.
Y es que a pesar de operar a lo interno del espacio recreativo un cuartel policial, los agentes se hacen los desentendidos.
La mayoría de las que se dedican a las labores de prostitución, muchas veces se resisten a ofrecer sus nombres, por temor a que se entre la familia.
“Muchos vienen a pasarnos por programas de televisión y nos graban con sus cámaras, pero no puedo dejar que me vean, porque tengo mi familia en otros pueblos que piensan estoy trabajando en otra cosa”, expresa Indiana, nombre ficticio de otra de las trabajadoras sexuales.
Lo que comenzó con algunas mujeres, hoy día es normal ver en el entorno del parque hasta quince y veinte prostitutas durante el día. Por las noches no solo este espacio recreativo se convierte en ideal para ofertar el servicio sexual, sino que el parque Duarte sirve de competencia.
A las dominicanas se suman homosexuales y la competencia de las trabajadoras sexuales de algunas de nacionalidad haitiana.
