Piel, sol y verano: ¿Cómo cuidarnos?

Quemaduras de piel, deshidratación, insolación, shock térmico, manchas por la exposición, fitofotodermatitis (manchas causadas por la exposición solar aunado a químicos como limón), y cánceres de piel, son algunas…

Quemaduras de piel, deshidratación, insolación, shock térmico, manchas por la exposición, fitofotodermatitis (manchas causadas por la exposición solar aunado a químicos como limón), y cánceres de piel, son algunas de los efectos de la sobreexposición al sol.

La dermatóloga Maritza Luz recomienda buscar áreas con sombra, evitar las peores exponerse al sol de 11:00am a 3:00pm, usar gorras, protectores solares, ropa especial y pantallas en los vidrios del carro, casa y oficina.

“El uso de protectores solares es una medida de protección indispensable ante las radiaciones ultravioleta que son las responsables del enrojecimiento, quemaduras y envejecimiento prematuro de la piel. Debemos aplicarlo cada 4 horas  en condiciones normales y cuando se reaplica no es necesario lavarse  el rostro ni retirarse el maquillaje. Aplicarse en áreas expuestas al sol, principalmente rostro, dorso de las manos y escote. En condiciones extremas, playa o ejercicios al aire libre, reaplicarlo cada 2 o 3 horas y cada vez que salgamos del agua”, explicó la dermatóloga.

Tanto los labios como la zona del contorno de ojos también deben recibir el cuidado con productos específicos para la zona, ya que la misma es más delgada y sensible. Es por esto que puede irritarse, sensibilizarse, agrietarse y/o favorecer la aparición de  herpes.

¿Cómo elegir el protector solar ideal? El protector de nuestra elección debe incluir, en su formulación, filtros adecuados, agentes regeneradores de la piel (alantoína, vitamina A), antioxidantes para prevenir y retardar el fotoenvejecimiento (vitamina E, Alistin) e ingredientes que ayuden a mantener una correcta hidratación y funcionalidad cutánea al mismo tiempo que otorguen  un agradable efecto cosmético. Deben cubrir el espectro de rayos UVA y UVB, y, además, ser resistentes al agua.

Además, que sea indicado para el tipo de piel y la actividad a realizar, por ejemplo, si es para piel grasosa o seca; o  si necesitamos que sea resistente al agua, sudor o arena. Por último,  es ideal utilizar un protector específico para el rostro y otro para el cuerpo.

El cuidado de la piel de los niños también es de vital importancia, especialmente desde que nacen y hasta los 18 años de edad, ya que en ese momento la piel es más sensible y más permeable a las lesiones. Es por eso que el rol de los padres es fundamental, porque los niños no toman sol, sino que juegan al sol, y en consecuencia, se encuentran durante mucho tiempo expuestos a las radiaciones UV.

Para proteger a los más pequeños de la casa, Díaz recomienda utilizar un protector solar específico para cada edad, reaplicarlo cada dos horas si están en ambientes extremos; utilizar gorras o sombreros, y utilizar camisas con telas de protección solar.

Por último, la protección debe llegar hasta los vidrios de nuestros hogares, oficinas o vehículos, pues estos solo bloquean los rayos UVB, pero no los UVA y por ello hay que protegerse.

“En el mercado existen láminas para los vidrios que pueden ayudar a reducir los rayos ultravioletas hasta un 98 por ciento, logrando así disminuir la incidencia en casos de cáncer de piel y enfermedades derivadas. Los Windows Films de 3M, por ejemplo, son recomendados por la Asociación para el Cáncer de Piel de los Estados Unidos como una forma efectiva de disminuir la incidencia del sol sobre la piel en todo momento”, resaltó Díaz.

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