Política monetaria del BC ajusta y empuja economía

El Banco Central (BC) ha ampliado en los dos últimos años el rumbo de su política monetaria, de meramente comodín y ajustadora de la política fiscal, a “promotora” del crecimiento económico basado en el aumento del crédito al sector privado.

El Banco Central (BC) ha ampliado en los dos últimos años el rumbo de su política monetaria, de meramente comodín y ajustadora de la política fiscal, a “promotora” del crecimiento económico basado en el aumento del crédito al sector privado.Utilizando su tasa de política monetaria (TPM) como instrumento para inducir la dirección en que se mueve el costo del dinero, el Banco Central se ha involucrado directamente en facilitar o poner el incremento del crédito al sector privado como catalizador de la expansión del producto interno bruto (PIB).

En ocasiones, el BC ha tenido que intervenir para moderar los efectos de “calentamiento” económico que su propia inducción ha provocado en los precios internos. Tal fue el caso que sucedió en el segundo trimestre del año 2013, cuando un crecimiento de 2.8 por ciento del PIB sucedió a un estancamiento del primer trimestre.

El histórico déficit fiscal de 2012, de casi un 8% del PIB, indujo al Gobierno iniciado el 16 de agosto de ese año a establecer un drástico plan de austeridad, cuyos efectos se trasladaron del último cuatrimestre de ese ejercicio al primer trimestre del próximo, provocando que la economía se estancara entre enero y marzo. Para revertir ese enfriamiento económico, medido en términos fiscales por un superávit de aproximadamente RD$16,000 millones en los primeros cuatro meses del 2013, el Gobierno dispuso un plan de inversiones públicas y el Banco Central activó el financiamiento al sector privado, utilizando principalmente la liberalización de unos RD$20,000 millones del encaje legal aplicado a los intermediarios financieros.

El resultado combinado de la aplicación en dirección expansionistas de las dos grandes políticas económicas fue un crecimiento extraordinario del PIB, de 2.8%. El crédito al sector privado en moneda nacional aceleró su tasa interanual de crecimiento hasta superar 14.0% en el mes de agosto, como resultado del proceso de transmisión de la política monetaria hacia la actividad económica.

Ese nivel de crecimiento, de menos a más, calentó los precios, obligando al BC a lanzar una especie de desmonte de la flexibilización, aumentándole de un solo golpe 200 puntos a la tasa de política monetaria, colocándola al 7.75 por ciento. El crédito al sector privado en moneda nacional aceleró su tasa interanual de crecimiento hasta superar 14.0% en el mes de agosto, como resultado del proceso de transmisión de la política monetaria hacia la actividad económica.

Fue una decisión para sofocar el calentamiento y enfrentar anticipadamente una amenaza inflacionaria que se estaba formando. El Banco Central mantuvo su tasa de en 6.75% fija por 20 meses, hasta marzo último cuando la redujo en 50 puntos a 6.25%. En los siguientes dos meses mantuvo la tendencia bajista, reduciéndole 50 y 25 puntos en abril y mayo, respectivamente. En la reunión de política monetaria de junio se mantuvo inalterable la TPM, poniéndole fin a un trimestre de bajas.

Las decisiones anticipadas que adopta el BC, por lo general cuando ve algún factor que pudiera afectar los precios internos, son producto del modelo de meta de inflación que adoptó hace tres años. Cada año, el Programa Monetario que diseña y aprueba la entidad rectora del sistema monetario, fija los niveles o topes en los que proyecta deben moverse los precios internos o inflación.

Cualquier comportamiento que proyecte un resultado fuera de esos parámetros (en relación al nivel máximo proyectado) mueve adelantadamente la acción del banco, el que con sus instrumentos disponibles, casi siempre opta por subir la tasa de política monetaria.

Uso de reservas

Cuando ha habido conatos alcistas en la tasa de cambio, que es el precio que más preocupa a las autoridades económicas, también se han utilizado las reservas de divisas, que tienen un impacto inmediato en la cotización del dólar y hasta en la tasa de interés, pues las intervenciones cambiarias del Banco Central, según la dirección en que se haga (para comprar o vender dólares), impactan en la tasa de interés, pues pueden monetizar (aumentar la cantidad de dinero en circulación) o desmonetizar (recoger dinero).

Pero en la generalidad de los casos, en los últimos años la política monetaria se había aplicado mayoritariamente como un mecanismo para recoger los desajustes en que había incurrido la política fiscal. Sin embargo, en los dos últimos años ha sido aplicada con el expreso mandato de actuar en forma desarrollista, supliendo mayor cantidad de crédito bancario a los diferentes sectores que componen el PIB dominicano.

Cuando ha tenido que subir la tasa indicativa, el Banco Central siempre ha dicho que la decisión ha sido dispuesta tomando en consideración el balance de riesgos sobre sus proyecciones de inflación, en especial el potencial traspaso a los precios internos que pudiera ocurrir, fruto de la volatilidad que por lo general ha experimentado anteriormente el mercado cambiario. 

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