La falta de vitamina A: un problema de salud mundial

La deficiencia de vitamina A está asociada a una ingesta deficiente de alimentos y a una mala absorción de los nutrientes, lo que puede terminar en ceguera y muerte por infecciones graves.

La deficiencia de vitamina A está asociada a una ingesta deficiente de alimentos y a una mala absorción de los nutrientes, lo que puede terminar en ceguera y muerte por infecciones graves.Ram Reifen, pediatra gastroenterólogo y nutricionista, explicó que la vitamina A es esencial durante toda la vida ya que regula diversos procesos en el ser humano como son la reproducción, la embriogénesis, el crecimiento y la integridad de las células, por lo que su deficiencia es uno de los principales problemas de salud a nivel mundial y la principal causa de ceguera evitable en los niños pequeños.

Durante su participación en el XXIV Congreso de la Sociedad Italo-Latinoamericana de Etnomedicina (SILAE) y el II Congreso Internacional de Medicina Integrativa, celebrado en Punta Cana, Reifen dijo que unos 250 millones de niños en edad preescolar de las zonas endémicas tienen deficiencia de vitamina A.

“El ciclo de la deficiencia de vitamina A comienza con una reducción en la capacidad del gusto, lo que lleva a una disminución de la ingesta de alimentos, lo que junto al deterioro en la absorción y la digestión puede llevar a la desnutrición y aumenta el riesgo de inflamación”.

Reifen señaló que en los laboratorios de la Universidad Hebrea de Jerusalén realizan una serie de estudios para conocer más sobre este síndrome y sus posibles curas.

La gravedad de esta deficiencia radica en que a medida que se profundiza afecta el desarrollo de los huesos, de la visión, lo que altera el crecimiento en los niños y más adelante puede dañar el sistema reproductivo.

El melón, durazno, toronja, zanahorias, auyama, batata y calabacín son algunas de las fuentes más ricas en vitamina A. También se encuentra en productos de origen animal como carne de res, pescado, pollo y productos lácteos. La forma más común es el betacaroteno. Otras fuentes son el brócoli, la espinaca y la mayoría de las hortalizas de hoja verde. Cuanto más intenso es el color de la fruta u hortaliza, mayor es el contenido de betacaroteno.

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