¿Quién debe mandar en el hogar?

Anteriormente, los roles estaban definidos: los hombres eran los proveedores del hogar, los “jefes de la familia” y las mujeres se ocupaban de la crianza de los hijos. Ninguno se entrometía en el terreno del otro, sin embargo, esto ha cambiado.&#8230

Anteriormente, los roles estaban definidos: los hombres eran los proveedores del hogar, los “jefes de la familia” y las mujeres se ocupaban de la crianza de los hijos. Ninguno se entrometía en el terreno del otro, sin embargo, esto ha cambiado.

En la sociedad actual, ambos cónyuges son activos laboralmente, por lo tanto deben compartir tareas y dividirse las responsabilidades, lo que puede causar confusión a la hora de manejar la autoridad en el hogar.

En República Dominicana predomina el modelo patriarcal, donde el hombre es quien toma las decisiones, independientemente de que la mujer trabaje y aporte en la casa.

Para el sexólogo y terapeuta familiar Ramón Almánzar, lo ideal es poder hacer un modelo integral, donde la madre y el padre se pongan de acuerdo y aúnen sus esfuerzos para el bienestar familiar.

“Cuando uno de los dos cónyuges es el que manda, decide sin pedir opiniones ni consejos, determina qué se hace y cómo, y tampoco toma  en cuenta los deseos, necesidades, sentimientos de los demás, lo más seguro es que en esa casa se viva un ambiente tenso, frío y temeroso”,  sostiene el especialista.

Lo ideal es que en la casa exista una jefatura compartida, como indica Almánzar, “las familias nacen con una relación de pareja de dos personas que decidieron estar juntas por mutuo consentimiento. Tomando esto en cuenta, lo recomendable es que el proyecto de familia sea liderado de manera compartida bajo acuerdos y reglas establecidas por ambos”.

En la pareja, los dos tienen derechos y la capacidad de dirigir el hogar y formar a los hijos. Ambos tienen que sentirse responsables de la conducción de la casa y recordar que en una familia sana debe existir una relación complementaria, donde la toma de decisiones sea consensuada, y los acuerdos sean comunes de modo que se elija lo que más conveniente para todos,  por lo que no se debe pensar de forma individual.

Se debe tener en cuenta que en el país existe una cultura machista, pero el doctor Almánzar entiende que el machismo ha ido dando un giro, en el entendido de que está siendo cada vez más flexible, porque el hombre se ha ido dando cuenta de que el apoyo de la mujer es necesario en estos tiempos.

Aumento del mando femenino
El terapeuta familiar asegura que hoy en día las madres tienen más roles de liderazgo porque las demandas de la sociedad actual han empujado a que sea así.

De acuerdo con el IX Censo Nacional de Población y Vivienda de República Dominicana, se considera como jefe o jefa de hogar a aquella persona reconocida como tal por los demás integrantes del hogar; puede ser hombre o mujer.

Los resultados del Censo indican que el 37.5% de los hogares dominicanos están siendo liderados por mujeres, mostrando una consistente tendencia al aumento desde la década de 1980. Aún así, prevalece la arraigada concepción cultural de que los (as) jefes (as) de hogares son hombres, aunque no sean estos los principales proveedores o tomadores de decisiones dentro del hogar.

En el país, la jefatura femenina tiene un comportamiento prevalentemente urbano. En la zona urbana es donde se reportan más hogares en los que la mujer está a cargo (40.16%), frente a la zona rural (29.79).

Entre los fenómenos que intervienen en este aumento están la  inestabilidad  de las  uniones, que conduce al rompimiento de parejas y en consecuencia a que la mujer, en muchos casos, asuma la responsabilidad del  hogar. Otro es el cambio del modelo económico experimentado a partir de la década de los 80 que resultó en una nueva división del trabajo, obligando a las mujeres a dejar de ser amas de casa y salir a trabajar para aportar en la casa.

En las finanzas
Respecto a quién debe manejar el dinero, el doctor opina que en las finanzas, al igual que todo lo demás, deben ser temas de acordados dentro de la relación, independientemente de cuál de los cónyuges trabaje o de cuál gane más. Nunca se debe ocultar información en este sentido, sino que se deben planifiquen todos los compromisos económicos de acuerdo a las entradas de ambos miembros de la pareja.

Sin embargo, no todos están de acuerdo con esa percepción que tiene el sexólogo. A pesar de que las mujeres cuentan con un nivel educativo superior al de los hombres, esto no les ha garantizado ostentar mayores ingresos. Los datos censales muestran que el 61.92% de las mujeres no cuentan con ingresos propios, por lo que dependen de sus parejas. l

Importante
El hombre y la mujer deben llevar la carga familiar de manera conjunta, donde ambos sean responsables de un presupuesto único que satisfaga las necesidades familiares. Pero, el tema de quién gana más puede generar conflictos.

Los hijos también quieren imponerse

Otro fenómeno que se da actualmente en los hogares es que los padres reciben órdenes de sus hijos. Esto ocurre por varias razones: por no haberles puesto límites, por falta de liderazgo o por dejarles las cargas económicas a ellos.

El cambio, en el modelo laboral y social, factor que repercute en la cantidad y calidad del tiempo que los padres les pueden dedicar a sus hijos, tiene influencia en el surgimiento este nuevo fenómeno.

Almánzar indica que hay familias en las que, por dinámicas familiares específicas, los hijos pueden asumir roles de liderazgo o los padres se lo asignan. Esto puede ser algo negativo o positivo dependiendo de la situación que se esté dando en un momento específico. Llega a ser un aspecto negativo cuando los padres no controlan a sus hijos, en cambio, sucumben a todos sus caprichos y deseos.

Algunos hijos confunden el que sus padres ejerzan autoridad como una simple declaración de poder, y algunos padres ven el ejercer la autoridad como un obstáculo para el diálogo cercano con sus hijos. Nada podría estar más alejado de la realidad.

De acuerdo con expertos, la autoridad formativa, a través de límites claros y restricciones, permite que los jóvenes se conviertan en ciudadanos responsables.

Cuando se trata de los hijos, papá y mamá deben procurar una buena comunicación.

Son un equipo, y como tal, deben trabajar juntos por los mismos objetivos. Aunque en cada hogar funcionan diferentes los roles de autoridad entre mamá y papá, en los casos en que los padres se desautorizan mutuamente y no parecen llegar a un consenso, sólo se crea confusión en el menor.

El mismo problema de desorientación se da cuando uno de los padres evade su responsabilidad y espera que el otro se haga cargo.

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