Tránsito en el Gran Santo Domingo: trago amargo del día a día

Los remedios preparados por el Estado para descongestionar las vías del Gran Santo Domingo del tránsito vehicular no han logrado los efectos esperados. La construcción de grandes y pequeñas obras, realizadas con el propósito de destupir…

Los remedios preparados por el Estado para descongestionar las vías del Gran Santo Domingo del tránsito vehicular no han logrado los efectos esperados.

La construcción de grandes y pequeñas obras, realizadas con el propósito de destupir las arterias de alta concentración vehicular que atraviesan y comunican al corazón de la capital han demostrado no dar abasto en la tarea de viabilizar el tránsito en la provincia de Santo Domingo y el Distrito  Nacional que juntos no exceden los 1,391 kilómetros cuadrados.

Importantes avenidas del Gran Santo Domingo siguen comportándose como escenarios del caos, donde circula el 62 % de los automóviles que componen el parque vehicular de la República Dominicana, de 3 millones 398,662  unidades, según registra el portal de la Dirección General de Impuesto Internos (DGII), hasta diciembre del pasado año.

De acuerdo al reporte de la DGII, del total de automóviles, en el Distrito Nacional circula  el 40.2% y en Santo Domingo el 22.5%. Los estragos de esta significativa cantidad se dejan sentir en el tránsito de la capital.

Por todos son conocidos los puntos, donde conducir se convierte en una traumática tarea, sobre todo en las primeras horas de la mañana y a partir de las 5:00 de la tarde hasta las 7:30 de la noche.

El tránsito en la autopista Duarte, desde el kilómetro 9 hasta el 14, en las horas pico, circula como un suero de miel de abejas, situación que lleva a la desesperación a los conductores, que utilizan sus bocinas para anunciar que van de prisa. 

Corredores y pasos a desnivel
A fin de buscar una solución al taponamiento vehicular, se construyeron dos elevados, uno en la citada vía, cruzando la avenida Monumental; el otro en la avenida Los Beisbolistas, conocida como carretera de Manoguayabo.

Sin embargo, la realidad en el citado trayecto es que un viaje que se puede realizar en 10 minutos, a una velocidad controlada, se extiende 35 a 45 minutos, y está destinado a  empeorar  si ocurre un accidente, si se construye alguna obra o si sencillamente un vehículo deja de funcionar.

Los elevados que forman parte del Corredor Duarte, solución vial que apuntaba a agilizar el tránsito, se quedan cortos ante la cantidad de vehículo circulantes. Al llegar a la John F. Kennedy, la concentración vehicular alcanza su máxima expresión, convirtiéndose la avenida desde la Núñez de Cáceres hasta la Máximo Gómez en el pandemónium de conductores y pasajeros.

Las avenidas 27 de Febrero  al igual que la Núñez de Cáceres y sus inmediaciones han constituido un reto tanto para la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), en su función de regular en tránsito, como para el Ministerio de Obras Públicas, en la tarea de buscar soluciones viales. En la 27 de febrero con Privada el MOPC construye un paso a desnivel. l

Problema
El 62 por ciento del parque vehicular de la República Dominicana se concentra en el Gran Santo Domingo.

Solución
La Circunvalación de Santo Domingo promete descongestionar el tránsito que se desenvuelve en la capital.

El problema del tránsito es generalizado

En un recorrido hasta el municipio Santo Domingo Oeste, la zona conocida como Pintura, justo en el cruce entre la Prolongación 27 con Isabela Aguiar, se corona como la reina del caos vehicular. Y es que esta última ha dado aguas amargas a beber a sus conductores cada vez que la recorren. Moviéndonos hacia la Zona Oriental, la velocidad se disminuye una vez se llega a la Charles de Gaulle con carretera Mella, allí se construye un elevado.

La situación se complica en la calle Los Restauradores. Mientras la San Vicente de Paul sigue siendo una de las avenidas del municipio Santo Domingo Este de mayor concentración vehicular. Se espera que la extensión de la avanzada Segunda Línea del Metro de Santo Domingo, ayudará en la búsqueda de la solución al tránsito de esta vía de conexión al D.N.

Mientras la paciencia de los munícipes  de Santo Domingo Norte es puesta a prueba cada vez que deben movilizarse por la avenida Hermanas Mirabal, el tránsito en esta zona fue calificado como «un infierno» por Francisco Fernández, síndico de esa demarcación. 

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