Caldos, ricos y nutritivos

Un caldo es, en gastronomía, el agua en que se ha cocido algún alimento, usualmente carnes, vegetales o pescados, que por lo regular sirve como alimento en sí mismo, pero frecuentemente es usado como base para preparar otros platos, como sopas, salsas&

Un caldo es, en gastronomía, el agua en que se ha cocido algún alimento, usualmente carnes, vegetales o pescados, que por lo regular sirve como alimento en sí mismo, pero frecuentemente es usado como base para preparar otros platos, como sopas, salsas o guisos.Hay ciertos elementos básicos que debes aprender a preparar y utilizar, y uno de ellos es el caldo (o consomé) de pollo, conocido gastronómicamente como fondo blanco. Este es la base para salsas y sopas e imparte un sabor mucho más agradable a este tipo de preparaciones. Claro, que puedes conseguir consomé de pollo comercialmente, pero no hay nada como el hecho en casa.

El éxito de los platos que diseñaremos a través de ellos, dependerá mucho de los ingredientes a utilizar para preparar el caldo. Existen tres fondos de caldo: el banco (a base de huesos de pollo), el oscuro (a base de huesos de res o de pollo dorados) y el de pescado (a base de espinas de pescado y cáscara de camarón), de los cuales el más empleado es el blanco.

Preparar el fondo blanco es muy sencillo. Consiste en combinar los ingredientes con una buena cantidad de líquido, y dejarlos hervir suavemente por al menos una hora. ¿Qué ingredientes necesitas? Para empezar, huesos o pechuga de pollo, 5 litros de agua, 1 ramita de apio verde, 1 puerro, 1/2 cebolla pequeña, 3 zanahorias, unos granos de pimienta, una hoja de laurel, tomillo, albahaca o romero y perejil. En el caso de utilizar huesos de ave puedes añadir todos los ingredientes al principio de la cocción, puesto que en un par de horas estará hecho el caldo. En este caldo no debes tostar los huesos, simplemente cocer partiendo de agua fría. Desespumando constantemente durante la elaboración. La grasa es lo de menos, puesto que podemos eliminarla fácilmente una vez frío el caldo. Al terminar la cocción, cuela el caldo que hayas obtenido utilizando paños de algodón finos y los coladores.

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