No cabe la menor duda de que el 2015 fue un año que nos permitió aquilatar grandes proyectos en materia de artes visuales en nuestro país. De igual modo, ha sido un período a través del cual se han podido integrar varios discursos sobre todo de la diáspora con la puesta en escena de valiosas obras de artistas como Inés Tolentino y Scherezade García.
La mayor parte de los espacios destinados para la exhibición de obras se han mantenido activos y, con esto se demuestra que República Dominicana es un país en el que la expresión visual se mantiene vigente. Pero nos surgen varias interrogantes, entre ellas: ¿cómo ha estado la venta? Pues han sido muchas las exposiciones presentadas este año, ¿será que cada artista tiene su público?, ¿existe realmente un mercado de arte en RD? ¿Cómo sobreviven los artistas ante la crisis?
Otro aspecto que nos preocupa es que el arte se maneje por sectores en una media isla donde la identidad sigue siendo un tema al que hay que ponerle cuidado. Es momento de que instituciones del Estado como los Ministerios de Relaciones Exteriores, de Cultura y Turismo, fundamentalmente, se unan para poder difundir nuestra riqueza cultural y fomentar el mercado del arte.
Cabe destacar que a pesar de que hay una gran presencia de nuestro folclor en las ferias internacionales de turismo, lo cierto es que se le presta más atención a la promoción de la artesanía que a las artes visuales, pudiendo presentarse un equilibrio entre ambas. A esto se suma que es casi nulo el trabajo que realizan los representantes diplomáticos, quienes en coordinación con el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos bien pudieran organizar muestras como parte del programa de difusión de nuestra cultura en los países donde operan.
Necesitamos un Ministerio de Cultura más gerencial donde cada una de las manifestaciones alcance real protagonismo y no predomine una sobre la otra. Así que esperamos un 2016 con nuevas y mejores propuestas. Felices fiestas para tod@s.
