El populismo en campaña

Desde hace unos meses, el populismo macroeconómico, el mismo que ha destrozado la economía y tirado al suelo el nivel de vida en Venezuela, ha incursionado con fuerza en la campaña electoral que tiene lugar en nuestro país. La insensatez…

Desde hace unos meses, el populismo macroeconómico, el mismo que ha destrozado la economía y tirado al suelo el nivel de vida en Venezuela, ha incursionado con fuerza en la campaña electoral que tiene lugar en nuestro país.

La insensatez ha irrumpido con torpeza e inconsistencia, pues mientras critica los elevados déficit fiscales que todavía prevalecen en el país y el preocupante endeudamiento que el financiamiento de estos provocan, abraza un populismo absurdo al lanzar propuestas que provocarían aumentos descomunales de ambos.

Una de las primeras propuestas de la oposición fue la que planteó la necesidad de rebajar 86 pesos adicionales al precio de la gasolina regular, pues entendía que la reducción de RD$92.50 por galón que el Gobierno ha aplicado desde el 18 de julio del 2014 a la fecha, no ha sido suficiente. Reducciones proporcionales, planteó, deberían aplicarse a la gasolina premium, al gasoil y los demás combustibles.

La propuesta de la oposición en la práctica no sólo eliminaría la totalidad de los impuestos que hoy se cobran sobre los combustibles en el país, sino que obligaría al Gobierno a establecer un subsidio generalizado en el consumo. 

En otras palabras, los ingresos del Gobierno caerían en RD$51,285 millones y los gastos aumentarían en RD$6,865 millones por concepto del subsidio generalizado que implicaría la propuesta de la oposición.  El déficit fiscal, si el Gobierno acogiese la propuesta de la oposición, aumentaría en RD$58,150 millones, y por tanto, sería necesario ir al mercado de capitales a colocar US$1,275 millones en bonos globales.

La cosa no para ahí. Las propuestas populistas han irrumpido también en el altamente deficitario sector eléctrico. La oposición planteó y ha seguido reiterando, la necesidad de que se reduzca en un 25% la tarifa eléctrica promedio que cobran Edenorte, Edesur y Edeeste. Esta propuesta implicaría que los ingresos de las EDES bajarían en RD$17,263 millones.

El déficit de las EDES, que en el 2015 cerrará en US$729 millones, aumentaría en US$379 millones al año por concepto de la rebaja tarifaria que propone  la oposición.

De US$729 millones en el 2015 pasaríamos a US$1,108 millones en el 2016, asumiendo que los precios del FO#6, FO#2, gas natural licuado y el carbón se mantienen en el 2016 al mismo nivel que en el 2015. Para financiar el mayor déficit del sector eléctrico, el Gobierno o las EDES tendrían que endeudarse globalmente o con la banca local por US$379 millones adicionales al monto presupuestado.

Mientras lanza propuestas que erosionarían los ingresos públicos, la oposición ha prometido que de ganar las elecciones haría ajustes considerables a los salarios de los policías. Ha propuesto un salario mínimo mensual de US$500 para los policías de menor rango y un ajuste proporcional en toda la escala salarial por rango.

Cuando se calculan las implicaciones del aumento propuesto, se tiene que la nómina anual de la Policía aumentaría a RD$17,547 millones.  Dado que la nómina  actual es de RD$5,434 millones,  el Gobierno tendría que buscar RD$12,113 millones que no tiene. El déficit fiscal aumentaría y el Gobierno se vería precisado a emitir bonos globales o domésticos por el equivalente de US$266 millones todos los años para poder pagar el aumento de la nómina policial.

A estas propuestas se suma la que reclama al Gobierno aumentar la inversión en salud pública de 1.9% a 5% del PIB.  En otros términos, que en vez de asignar al Ministerio de Salud Pública los RD$62,528 millones (1.92% del PIB) que se establecieron en el Presupuesto del 2016, asigne RD$162,504 millones (5.0% del PIB), para un incremento de RD$99,976 millones. En ausencia de aumentos de los ingresos fiscales y de recortes de gastos, el déficit fiscal aumentaría en RD$99,976 millones y habría que emitir bonos globales o domésticos adicionales por el equivalente de US$2,197 millones.

Al pliego populista anterior hay que agregar la más reciente propuesta: suspender el aumento del Itbis de 13% a 16% que entró en vigencia a partir del 1ro. de enero de este año para el yogurt, la mantequilla, el café, los aceites y grasas comestibles,  el azúcar  y el  chocolate, una medida que está establecida en la Ley 253-12 que modificó algunos aspectos de nuestro régimen tributario.  El aumento de 3 puntos porcentuales en la tasa del Itbis sobre estos bienes generaría cerca de RD$950 millones y forma parte del programa de consolidación fiscal que persigue la sostenibilidad de las finanzas y la deuda pública.

Como estamos en campaña, la oposición  ha recomendado al Gobierno que no lo aplique. No importa que esos ingresos adicionales hayan sido incluido en el Presupuesto y que, por tanto, su eliminación provoque un mayor déficit y mayores necesidades de endeudamiento.

Aquí encajaría bien el refrán de “palo si boga y palo si no boga”. Si el Gobierno, antes de la solicitud opositora, se hubiese adelantado y enviado al Congreso un proyecto de ley para suspender el aumento del 13% al 16%, la oposición lo hubiese tildado de populista, por haber modificado la ley debido a la proximidad de las elecciones.

Lo habrían acusado de aumentar el déficit y el endeudamiento público con esta medida electorera.  Los opositores se habrían puesto el traje del FMI, el BID, el Banco Mundial Moody’s, Standard & Poor’s, Fitch, y los tenedores de bonos globales dominicanos.  Como el Gobierno adoptó la posición responsable de mantener el curso aprobado de la reforma, entonces lo tildan de indolente.

La oposición acusa al Gobierno de ser insensible por cumplir la Ley 253-12, el mismo Gobierno que en el 2015, con las rebajas que aplicó semanalmente a los precios de los combustibles permitió al pueblo dominicano disponer de RD$73,289 millones de pesos adicionales para comprar otros bienes y servicios.  A estos recursos adicionales habría que añadir los percibidos por el aumento de 14% del salario mínimo que tuvo lugar a mediados del 2015.

El aumento del Itbis de 13% a 16% para los bienes establecidos en la Ley 253-12 implicaría un aumento de 2.65% en el precio de estos bienes durante el año 2016, si todo lo demás permanece igual. Ese grupo de productos afectados por el aumento del Itbis en el 2016 tiene una ponderación consolidada de 2.54% en el IPC Nacional. 

En consecuencia, el impacto de esta “insensible” reforma sobre la inflación sería de 0.067%.  En otras palabras, si la meta de inflación para el 2016 es de 4.00%, el aumento del Itbis de 13% a 16% sobre esos seis productos, llevaría la inflación a 4.067%. ¿El fin del mundo?

Como se puede observar,  sigue siendo cierto que muchas de las cosas que se dicen durante una campaña electoral no son más que frases cohetes rápidamente tiradas al zafacón, cuando el sentido común y la realidad tocan la puerta del despacho del que termina juramentándose como Presidente de la República.

Sólo así se explica que la oposición y segmentos relacionados de la sociedad civil no se sonrojen al proponer un conjunto de medidas populistas que, si fuesen adoptadas, aumentarían el déficit del sector público en RD$188,622 millones, es decir, en 7.94% del PIB.

Con déficit del sector público consolidado (Gobierno Central, Resto del Sector Público No Financiero y Cuasi-Fiscal del Banco Central) de 5.0% del PIB en el 2015, pasaríamos a un 12.9% del PIB en el 2016, muy cercano al 12.7% con que cerró el sector público venezolano en el 2015.  ¡Por Dios! La M es de Moderno, no de Maduro. l

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