El elemento perspectiva política se observa con mucho interés en nuestro país, principalmente a nivel de los más connotados dirigentes que militan en los partidos tradicionales.Cuando citamos la frase perspectiva política, ¿a qué nos referimos?
A que mientras más transcurre el tiempo (el tiempo, el mejor testigo de la historia), nos damos cuenta que la política va asentándose en todos los estamentos de la sociedad dominicana. Y que gente que nunca quiso saber de política -graso error- ha cambiado radicalmente esa equivocada opinión.
En el transcurrir de los años, nos hemos dado cuenta que debemos estar bien atentos a los acontecimientos que ocasionan la actividad política local.
No obstante, a veces cuando escucho a alguien decir que «no me meto en política, no soy político, la política es sucia.», reacciono con pena e indignado. Pena de esa pobre gente que no conoce que la política es una ciencia. No sabe que “la política no es especulación, es la ciencia más pura y la más digna, después de la filosofía, de ocupar las inteligencias nobles”, frase lapidaria del patricio Juan Pablo Duarte, fundador de República Dominicana.
Explicación: Nunca confundir la nobleza de la política con el dirigente político que violenta, con una práctica incorrecta y divorciada de lo científico, de los principios que deben normar la ciencia política. Un dirigente político, que no actúa en función de los postulados de la ciencia política, es un farsante de la política. ¡Así de claro!
Esa clase de políticos farsantes, demagogos, hipócritas, corruptos y violadores de los principios más elementales de la ciencia política, por estos predios dominicanos los tenemos por montones.
¡Ejemplos hay al canto! Desde tiempos inmemoriales, digamos a partir de la caída de la oprobiosa dictadura que encabezó durante 31 años Rafael Leonidas Trujillo Molina, debate político electoral ha estado ausente. Salvo algunas excepciones -quizás una o dos-, en la historia electoral dominicana los debates electorales no han formado parte de las discusiones de las ideas políticas.
Una excepción que no se olvida es el debate que en la víspera de las elecciones de 1962 -los primeros comicios democráticos realizados en el país tras la férrea dictadura de Trujillo Molina- es la que vivió la nación dominicana con el debate protagonizado por Juan Bosch y el padre Lautico García. Fue un debate que mantuvo en vilo al país.¡Y fue decisivo en los resultados de aquellas democráticas elecciones que ocasionó el triunfo de Juan Bosch! ¿Cuál otro debate político-electoral hemos tenido en el país? El 15 de mayo se van a celebrar las elecciones generales en las que deben ser electas nuevas autoridades, principalmente el Presidente y Vicepresidente de la República.
Cada aspirante a la Presidencia, y es normal, presentas sus programas de gobierno y proclaman que desde la magistratura del Estado harán «lo mejor para la nación». Casi siempre esas proclamas son puras vocinglerías de campañas electorales que muchas veces en la práctica se derrumban.Sin embargo, si esas mismas proclamas son presentadas en un debate electoral público, llevado al pueblo a través de cadenas de radio y televisión, podrían tener credibilidad, por lo menos en el momento de la controversia. El proceso electoral dominicano avanza. Hay dos candidatos con reales perspectivas de ganar las elecciones.
Esos candidatos, y no hay que ser politólogo o científico de la política para saber quiénes son, (Danilo Medina y Luis Abinader), deben ir a un debate electoral. Que cada uno presente sus ideas, que las debatan ante el público elector…y lo más probable es que quien exponga sus consideraciones con más argumentos -que lleven credibilidad al soberano-, tendrá la real posibilidad de ganar la consulta electoral del quince de mayo.
