Cómo viven la Semana Santa las religiones

Las Sagradas Escrituras han sido interpretadas de diferentes maneras y por eso algunas tradiciones, como la Semana Santa, las distintas agrupaciones religiosas la conmemoran conforme a esa interpretación.

Las Sagradas Escrituras han sido interpretadas de diferentes maneras y por eso algunas tradiciones, como la Semana Santa, las distintas agrupaciones religiosas la conmemoran conforme a esa interpretación.Para muchos, estos días son propicios para reflexionar y abrir sus corazones para que sean transformados por la palabra de Dios, conmemorando así la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Considerado el momento litúrgico más intenso de todo el año, estos días los dedicamos a la oración y la reflexión en los misterios de la Pasión y Muerte de Jesús para aprovechar toda su gracia. Y dentro de la Semana Santa, se destaca el día de Pascua como el más importante y más alegre para todos. Se recuerda ese día cuando Jesús venció a la muerte y nos dio la vida. Esto quiere decir que Cristo nos da la oportunidad de salvarnos.

A partir de hoy, Jueves Santo, los católicos no solo recuerdan su pasión y muerte, sino el porqué Cristo padeció, murió y resucitó. Recuerdan su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección. Aunque son días de recogimiento, sin olvidarnos de su ambiente religioso, muchos católicos lo aprovechan para descansar, compartir con la familia y amigos y renovarse para seguir más unidos, en el amor y servicio, a nuestros semejantes como lo hizo Jesús. En cambio, algunos cristianos evangélicos aseguran que estos días de Semana Santa eso es lo que menos se hace, y por tanto no colaboran a enriquecer la vida espiritual. Consideran que muchos se desbordan en comida y bebida lejos del núcleo familiar, olvidándose de la verdadera esencia de la Semana Mayor. Otros aprovechan para irse de viaje, sirviéndole más al comercio que al propio Jesús.

Jesús murió crucificado por todos nosotros y su muerte y resurrección son recordadas en templos y en iglesias con devoción, pero no pocos se apartan de la reflexión y del recogimiento. Aunque los centros de oración lucen repletos, no es menos cierto que las playas y los lugares de recreación están copados desde el fin de semana que precede a la Semana Santa.

No obstante, entre los católicos, cristianos y evangélicos, una buena representación defiende el derecho de retirarse al campo o a la playa, incluso a salir del país, porque ello no implica para nada apartarse de Dios. “Hay quienes confunden el fanatismo con la devoción a Dios. Soy devota de Dios pero no fanática. Le dedico tiempo al Señor todos los días, y los días de asueto de Semana Santa, dentro de mis posibilidades, asisto al templo, pero no dejaré de compartir en familia por ir a un culto y eso no me hace menos creyente. Dios está donde hay amor y unión y eso lo encuentro en mi familia, esté donde esté”, dice Juliana Guerra, quien asiste a una congregación que se enmarca en la denominación de cristianos evangélicos.

Mientras que para Rosaura Gómez, católica ‘desde antes de nacer’, “yo guardo el Viernes Santo como un día de reflexión y descanso, si puedo asistir a algún culto lo hago con gusto. Pero dentro de todas las agrupaciones hay mucho fanatismo y eso no lo comparto”.

El matrimonio conformado por Elpidio y Manuela, católico, acude todos los días a misa y en Semana Santa participan en cada culto y viacrucis que se celebra en su parroquia, “eso nos gusta y lo disfrutamos, no lo hacemos por fanatismo ni imposición”, dicen. Estos días, indudablemente, invitan a desacelerarnos. Los católicos, en su tradición, aprovechan el Viernes Santo para meditar de manera especial sobre el Sermón de las Siete Palabras.

Estas son las últimas siete palabras o frases dichas por Jesús mientras estaba crucificado.

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