Un viaje por El Viejo San Juan

La isla de Puerto Rico está abatida por una aguda crisis (económica) que la tiene al borde del abismo…¡al punto de llevarla a una catástrofe de consecuencias impredecibles! Es una realidad que nadie niega. Una verdad que está a la vista de…

La isla de Puerto Rico está abatida por una aguda crisis (económica) que la tiene al borde del abismo…¡al punto de llevarla a una catástrofe de consecuencias impredecibles! Es una realidad que nadie niega. Una verdad que está a la vista de toda su gente y, en sentido general, de los medios noticiosos.

Aunque parezca paradójico, los graves problemas económicos que sufre Puerto Rico no (¿?) constituyen serios obstáculos para que la llamada “industria sin chimenea” alcance resultados altamente positivos.

¿De cuál industria sin chimenea se habla? La respuesta es clara: Al sostenido turismo que en esta isla crece. Crece y crece sin parar, dicen observadores.

Eduardo Rey, gerente de relaciones públicas internacionales del Departamento de Estado de Puerto Rico, reconoce la dura crisis que ataca a esta isla.

Pero, al mismo tiempo -a instancia de este reportero-, dice que “el turismo aquí (y ustedes lo ven con sus propios ojos), no para, no tiene un stop.

El turismo sigue su curso, los turistas vienen aquí a disfrutar, encuentran recreación, belleza natural, sano esparcimiento y gozan hasta más no poder”.
En un reciente trabajo, publicado en este periódico y calzado bajo la firma del periodista Nelson del Castillo -fechado en esta ciudad-, se revelan los graves problemas económicos que sufre Puerto Rico y su delicada situación que encierra una deuda pública prácticamente “impagable”.

En el reportaje se revela que “los malabares del Gobierno de Puerto Rico para ir consiguiendo liquidez, con la que debe mantener los servicios públicos y pagar la deuda garantizada por su Constitución, están empezando a llegar a los tribunales de la mano de bonistas y aseguradoras. Así, Financial Guaranty Insurance, que asegura alrededor de 1,200 millones de dólares en deuda pública de la isla, ha presentado esta semana una demanda contra el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, y a otros altos cargos públicos”.

Este “retrato” de la terrible realidad de la crisis económica que afecta a la Isla del Encanto no interfiere, sin embargo, en la llegada de miles de turistas que, al parecer, “no les hacen caso” -o por lo menos no se enteran- a las publicaciones sobre los referidos problemas económicos que con frecuencia publican los periódicos locales y con asiduidad informan los noticiarios que transmiten las plantas de televisión.

Este periodista, en su breve estancia por estos predios caribeños boricuas, apreció que una de las situaciones más calamitosas que se observan en la vida cotidiana es el aspecto fiscal.

Es decir, los impuestos. Todos los productos, incluidos los comestibles, tienen un altos impuestos. Los impuestos ocasionan que todo aquí esté bastante caro lo que afecta la cartera del consumidor.

Asimismo, las tarifas de los hoteles -sin importar su confort- han subido estrepitosamente, lo que también afecta principalmente al turista.

Por ejemplo, un hotel de tres estrellas que hace unos cinco o seis años por noche tenía un costo de unos 55 o 60 dólares, en la actualidad su paga es de 110 y hasta 130 dólares (por noche).

Los altos precios de la hotelería se deben fundamentalmente a la subida de los impuestos, reveló el periodista dominicano Edwin Coén. “Y el alza en la tarifa de los hoteles, aquí en Puerto Rico, principalmente en el exclusivo sector de El Condado (la zona más visitada por los turistas y donde abundan los hoteles, restaurantes y centros de diversión), va a seguir…que nadie lo dude”, agrega Coén quien trabaja para un canal de televisión y que habló para elCaribe.

El Viejo San Juan es “clase aparte”

En un amplio recorrido por el Viejo San Juan, lugar emblemático de San Juan (la capital de Puerto Rico), se comprobó que es un lugar que sigue siendo “el pulmón del turismo” en esta isla cuya población ronda los casi cuatro millones de habitantes.

Y un aparte: debido a los estragos económicos, en los últimos dos años -según reportes oficiales- de Puerto Rico han emigrado, más de un millón 500 mil boricuas. Esa masiva emigración ha ido principalmente a Estados Unidos.
Puerto Rico, Estado Libre Asociado de Estados Unidos, no se rinde, proclaman los ciudadanos más optimistas.

Su Viejo San Juan, la principal zona colonial de la isla, sirve de “gran sostén” para que “la crisis económica no nos hunda definitivamente, para que nos deje vivir tranquilos y con esperanza de crecer”, dijo Lorenzo Rivera, un joven nacido en el populoso sector de Santurce, empleado de uno hotel y que afirma ser “muy amigo de los dominicanos . “que residen aquí”.

El Viejo San Juan, que está ubicado en la Isleta de San Juan, que está conectada a la isla directamente con varios puentes, es visitado por cientos de turistas diariamente.

Un documento de promoción, recogido por este periodista en el hotel donde se hospeda en El Condado, informa que “San Juan, con su Viejo San Juan, es una ciudad que se caracterizada por sus calles de adoquines y edificios coloridos que se remontan a los siglos XVI y XVII, cuando la isla era una colonia española. El distrito se caracteriza también por la gran cantidad de plazas públicas e iglesias, que incluyen la Catedral Metropolitana de San Juan, donde se encuentra la tumba del explorador español Juan Ponce de León”.

En el Viejo San Juan, lugar histórico que tiene gran parecido con la Zona Colonial de Santo Domingo (capital de República Dominicana), abundan las tiendas, lugares históricos, museos, restaurantes y otros espacios en los que los turistas van con frecuencia.

Los turistas, sin preguntar precios, adquieren artículos alusivos a Puerto Rico entre los que figuran sobreros, gorras, collares, cadenas y todo tipo de artículos alegóricos a la historia cultural y artística de la isla.

Eduardo Rey, cuya oficina del Departamento de Estado de Puerto Rico funciona justamente en el centro del Viejo San Juan, y como para hacer alarde de sus conocimientos históricos de la isla, expone que “se puede decir que este Viejo San Juan es el lugar más preservado de América desde el siglo XV… porque aquí se pueden observar -y tú debes apreciarlo- un muy especial estilo de vida y la arquitectura que nos dejaron los españoles de aquellos tiempos”

De manera que, con todo y sus graves problemas económicos, Puerto Rico -especialmente con su Viejo San Juan, que es “clase aparte”, y el constante crecimiento turístico- sobrevive…y su gente menos escéptica parece que apuesta a que la isla no colapse.

Firme
Con todo y sus graves problemas económicos, Puerto Rico -especialmente con su Viejo San Juan, que es “clase aparte”, sobrevive…”

Turismo
En el Viejo San Juan abundan de tiendas, museos, restaurantes y otros espacios a los que los turistas van con frecuencia”.

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