Carta de un guerrillero

Hilda Díaz recibe carta de alegado guerrilleroLa situación descrita el 28 de marzo de 2016 por el periodista Chichi de Jesús en Hoy, sobre la situación en que se vio envuelto el periódico Última Hora cuando apareció…

Hilda Díaz recibe carta de alegado guerrillero

La situación descrita el 28 de marzo de 2016 por el periodista Chichi de Jesús en Hoy, sobre la situación en que se vio envuelto el periódico Última Hora cuando apareció en la redacción una persona que dijo ser Toribio Peña Jáquez, nos llevó a una investigación de los sucesos de esos días y encontramos una carta que dicho guerrillero escribió a su esposa. Peña Jáquez fue uno de los guerrilleros que desembarcó en febrero de ese año junto con Francisco Caamaño Deñó y cinco expedicionarios más que fallecieron en manos de las Fuerzas Armadas, y dos que, además de Peña Jáquez, sobrevivieron, Claudio Caaamaño Grullón y Hamlet Hermann. La carta, sin fecha, había sido entregada en El Caribe, que no la publicó; lo que sí hizo el 5 de marzo de 1973, página 12, en facsímile del original manuscrito y en transcripción, el periódico El Nacional, transcripción que incluimos aquí en copia textual. Ninguno de los periódicos estaba hasta ese momento seguro de la identidad de Peña Jáquez, por lo que El Nacional tituló “Esposa recibe carta de supuesto guerrillero”. A Peña Jáquez también se le denominó como “Guerrillero de la ciudad”, “Guerrillero solitario,” y “Guerrillero sin montaña” por el hecho de que al haberse perdido al momento del desembarco, no pudo unirse a sus compañeros, lo que lo llevó a secuestrar a unos misioneros que viajaban en un vehículo hacia Santo Domingo para que le dieran transporte hasta esta ciudad. Peña Jáquez explicó que su entrevista con Última Hora y la carta a su esposa tenían el propósito de desmentir la muerte de Caamaño, que había sido anunciada por las fuerzas de la nación, lo que a la postre, si embargo, resultó cierto. Al publicarse la entrevista, la señora Peña dudó de que el declarante fuera su esposo, no sabía de sus actuaciones guerrilleras, lo que pudo confirmar al recibir la carta en que su esposo le explicaba los motivos de su desaparición por espacio de aproximadamente dos años. A seguidas de la entrevista con el mencionado diario, Peña Jáquez se ocultó en el país, y solamente se tuvieron noticias al obtener asilo, el 8 de junio de 1973, en la embajada de Chile, por contactos realizados por Juan Bosch. Peña Jáquez, su esposa e hijos salieron del país, con destino a Chile, el 3 de julio de 1973. La foto que incluimos en esta Página, de Peña Jáquez en la embajada, fue tomada por el entonces fotógrafo de El Caribe, Ruddy González, que la tomó desde una casa cercana a la embajada.

Vidita:

Sé que esto te habrá llenado de sorpresa después de tanto tiempo sin saber nada de mí, sé que no entiendes de estas cosas y te habrá hecho con razón la pregunta de que no te he abandonado o me he olvidado de mis hijos y mi familia pues tampoco han sabido hasta ahora de mí.

Vidita, te diré que no quería tener que llegar a tener que explicarte con estas líneas el porqué de mi falta de comunicación; estoy seguro que no habrá faltado alguien que te aconsejara que pusiera el divorcio, que no te dejara poner vieja, que yo no estaba pensando en ustedes, que me estaba dando la “gran vida” etc. Cosas que a mí me tenían sin cuidado pues sabía el valor como mujer que tengo y esas cosas a mi después de acercarme más a los problemas de nuestro pueblo, no me afectaban pues sabiendo el sufrimiento de nuestros hermanos, la sensibilidad hacia nuestros seres queridos se hace grande y se llega a conocer los sufrimientos que les da uno a su mujer a veces por egoísmo tonto o machismo estúpido. Quiero que sepas que la sensibilidad de mi cariño hacia ti ha aumentado y que si no te había escrito era por causa ajena a mi voluntad.

He tenido que desmentir la falsa muerte de Caamaño. Estas cosas no están incluidas en la misión que se me ha encomendado pero te diré que como revolucionario no podía siguiera mintiendo a este pueblo que le he dedicado estos últimos años y consciente de lo que he venido a hacer a mi país, sabiendo los riesgos que hay ante estas circunstancias tampoco podía quedarme callado ante tantas mentiras, tantos inventos de la CIA y del gobierno para confundir a nuestro pueblo.

Pregúntale a nuestros hijos si quieren tener en su casa a un padre que sabiendo la verdad la calla por cobardía o por cuidar su vida, aunque esté en peligro la vida de los demás; pregúntale si quieren un padre que no lo haría avergonzarse ante el pueblo en el futuro; te pregunto a ti ¿podrías tu mirarme como esposo si yo traicionara mis mismos principios de revolucionario? No, no lo creo, creo que mis hijos no me quieren a mí físicamente en mi casa siendo esas cosas. Creo que mis hijos necesitan mejor el ejemplo que puede darle su padre para que el pueblo los mire con la frente en lo alto en el futuro.

Vidita, dice que le declarado yo solo la guerra al gobierno, te diré que no he hecho tal cosa pues llegamos a nuestro país con la confianza en nuestro pueblo y sé que nuestro pueblo está lleno de hombres valientes que solamente han estado confundidos con todas esas mentiras que han planificado la CIA y el gobierno para ganar tiempo para así aislarnos y poder actuar con toda libertad y con todas sus fuerzas hacia nosotros, y a la vez esa mentira que ellos han planificado presentarla como verdad ante el pueblo, si se les deja que nos aíslen y se les da el tiempo que ellos buscan para poder atraparnos no eso no lo van a conseguir pues yo no voy a callar esas mentiras que se han inventado. Además creo que si tu sales a preguntar por ahí si tengo razón o no, podrías hacer juicio mejor de mí.

Esperando que hayas comprendido el porqué no te había hecho saber de mi llegada, y con un beso para Carlitos, Raúl, Manuel, Faty y para ti, Me despido hasta la próxima.

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