Correcto manejo del agua como prioridad

Durante la pasada campaña electoral, el reelecto presidente de la República, Danilo Medina, consciente de que el agua es un recurso natural vital, cada vez más escaso y cada vez más contaminado, dijo de manera pública que en su nuevo período…

Durante la pasada campaña electoral, el reelecto presidente de la República, Danilo Medina, consciente de que el agua es un recurso natural vital, cada vez más escaso y cada vez más contaminado, dijo de manera pública que en su nuevo período de gobierno ha de dar total prioridad al correcto manejo del agua y de las cuencas hidrográficas, en interés de garantizar que toda la población reciba agua en cantidad suficiente y con óptima calidad, tanto para consumo humano como para riego agrícola, criterio que todos debemos compartir y apoyar, pues indistintamente del color partidario de simpatía de cada ciudadano, todos requerimos al menos 150 litros de agua diariamente, y todos debemos entender que el grave deterioro ambiental general amenaza el suministro de agua para todos los ciudadanos, pero muy especialmente para los más pobres y más necesitados. Pero asumir el cuidado y el correcto manejo del agua implica una intensa y extensa campaña publicitaria para educar a toda la población de nuestra nación para que todos entendamos los grandes beneficios de cuidar y evitar contaminar el agua, y al mismo tiempo entendamos los graves perjuicios presentes y futuros de seguir lanzando a las corrientes fluviales todo tipo de contaminantes cloacales y químicos industriales.

El presidente Medina ya ha dado claras señales de estar consciente de la importancia que reviste la preservación de la calidad del agua para consumo humano, y la urgente necesidad de saneamiento de los contaminados ríos del país, porque ya ha destinado, a través de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), recursos económicos para el saneamiento de la cañada de El Arrozal y la Cañada de Bonavides, las que descargan grandes volúmenes de contaminantes cloacales bacteriales en el río Ozama, así como para el saneamiento de la Cañada de Guajimía que descarga contaminantes cloacales bacteriales en el río Haina.

Pero no se trata solamente de colectar las aguas residuales cloacales de sectores marginales para luego verterlas en los ríos vecinos, como se ha hecho muchas veces, ya que ahora se requiere conducir esas aguas hasta plantas de tratamiento capaces de eliminar los contaminantes orgánicos y químicos presentes, tal y como ya se ha hecho en el proyecto habitacional La Nueva Barquita, el cual ya ha comenzado a ser ocupado por los beneficiarios, y donde el Arq. Alejandro Montás, Director de la CAASD, hizo todo lo necesario para lograr terminar la construcción de 3 plantas de tratamiento ecológico que en lugar de utilizar agentes químicos y combustibles, utilizan plantas macrófitas y luz solar, y ese mismo concepto se pretende utilizar para las plantas de tratamiento de las aguas cloacales que ha de producir la ciudad Juan Bosch, en Santo Domingo Este.

De igual manera, y dentro de esa nueva visión de correcta gestión del agua, el presidente Medina ha ordenado el inicio formal de la construcción de una planta depuradora de aguas residuales que permitiría la total descontaminación de las aguas cloacales residenciales de sectores tan importantes como Los Ríos, Jardines del Norte, Cristo Rey, Ensanche La Fe, Villa Juana, Villa Consuelo, Villas Agrícolas, Ensanche Luperón, Simón Bolívar y Capotillo, etc, garantizando servicios de alcantarillados sanitarios a unas 450 mil personas para reducir la altísima cantidad de contaminantes cloacales que llegan a los ríos Isabela y Ozama. Pero todas esas medidas gubernamentales deben correr sobre una plataforma colocada por un Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales que en algún momento futuro deberá ser capaz de garantizar el fiel cumplimiento de la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, porque esa Ley que debe ser la guía para la preservación de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas y para evitar que muchos industriales sigan lanzando desechos químicos y orgánicos a cañadas, arroyos y ríos vecinos, siendo necesario instalar estaciones de medición de la calidad de las aguas superficiales y subterráneas para identificar fuentes de contaminación, tipos y cantidades de contaminantes, y los responsables de esos contaminantes, para proceder a las debidas sanciones; pero al mismo tiempo se requiere de un Ministerio de Ambiente que cuide y reforeste los bosques nublados que atrapan el vapor de agua para aumentar los caudales de los ríos, en lugar de autorizar depredar los bosques mediante más de mil aserraderos autorizados con el elegante nombre de planes de manejo forestal, siendo evidente que en materia de ambiente el Presidente Medina y el Ministerio de Ambiente caminan por senderos diferentes, lo cual preocupa a la gente.

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