Los retos a los que se enfrenta el padre moderno

Una frase muy común en las conversaciones entre adultos sobre temas familiares es: “los tiempos ya no son los mismos”, para referirse a que la crianza y los valores vinculados a la formación en el hogar son casi inexistentes. En…

Una frase muy común en las conversaciones entre adultos sobre temas familiares es: “los tiempos ya no son los mismos”, para referirse a que la crianza y los valores vinculados a la formación en el hogar son casi inexistentes.

En la actualidad, las familias son cada vez menos convencionales, donde los integrantes suelen tener patrones y funciones distintas a las de hace 40 o 50 años atrás.

¿A qué se debe? Diversos estudios apuestan que va de la mano a la modernidad, a la independencia de la mujer (emocional y económica), al desapego y a la falta de compromiso a la que los seres humanos están cada vez más ajenos.

Esto trae como consecuencia muchos problemas a la hora de criar a la prole, que por lo regular, tienden a recaer bajo la responsabilidad de la madre. Sin embargo, los hombres también tienen que enfocarse en que ellos son parte vital de darles las “herramientas” necesarias a sus hijos para cuando sean adultos.

Y sí, para ellos (los padres) también representa un reto, ya que mucho de lo que los niños aprenden será el patrón que reproducirán en su vida adulta.

Para el psicólogo y terapeuta familiar, Ramón Emilio Almánzar, uno de los principales retos a superar por el hombre que es padre, es el machismo.

Los nuevos roles

“La carga familiar es no solo de la mujer, quien siempre se involucra en el cuidado y seguimiento de los hijos, sino que también los hombres lo tienen que hacer”, asegura Almánzar, quien dice que el desapego del papá hacia los hijos es un asunto de responsabilidad paterna, ya que quien tiene que enfocarse en establecer un buen apego con sus hijos es el padre.

Al hablar del tema, Almánzar destaca que el “divorcio” entre papá e hijos se debe a que la parentalidad se asume a través del conflicto relacional. “Entiendo que es para hacerle daño a la madre por la ruptura de la relación, dependiendo de los términos en los cuales terminaron”, agrega el especialista de la conducta humana, quien considera que el hombre está preparado para la paternidad cuando cumpla con sus objetivos como ente social y personal (estabilidad económica, social, profesional, etc…)

Hay quienes consideran que la paternidad está relacionada a la edad del hombre, pero Almánzar considera que es un conjunto de variables, ya que el rol de ser padre tiene que ver más con la convicción muy personal de cada hombre relacionado con el deseo de ser padre.

Es algo muy particular.

¿Pueden los hijos cambiar a un hombre? En este sentido, el psicólogo dice que puede darse el caso. “Hay llegadas de hijos que hacen que algunos hombres reajusten sus expectativas de vida, de igual modo sus proyectos”, apunta.
En cuanto a la influencia social, Almánzar dice que la sociedad siempre tiene un impacto en las creencias de las personas. En este sentido, los hombres pueden asumir en algún momento un rol parental por expectativas sociales, no necesariamente personales, y en este orden es que muchas veces no se da el apego adecuado entre el padre y el hijo, ya que se está llenando una expectativa social y no como hombres.

“La decisión de ser padres debe ser muy personal, porque sólo así se garantiza que los vínculos entre padres e hijos sean los más saludables posibles. Cuando se hace por presión o expectativas sociales, no se asume una posición personal adecuada, lo que puede fomentar que el padre no se involucre de manera adecuada en la crianza de los hijos”, considera Almánzar, quien asegura que lo que los padres le ofrecen a sus hijos tendrá un gran impacto en la vida emocional de los mismos.

Recuerda que los hijos necesitan amor, formación en valores y educación. Para tener éxito, es necesario tener madurez y la dedicación necesaria para formar personas emocionalmente estables y útiles para la sociedad.

Se puede ejercer la autoridad con amor

Muchos padres se quejan de que no saben cómo ordenarles cosas a sus hijos, ya que estos son cada vez más rebeldes. También está el temor por parte de los padres de que sus hijos “los dejen de querer”, pero si esto se hace con respeto se puede lograr un balance.

Para lograrlo, los expertos en conducta recomiendan a los padres que a la hora de pedirles o solicitarles hacer algo, tener la mejor actitud posible. Debes dar las razones correctas para que lo hagan y no sólo imponerlas, una de las diferencias más claras entre autoridad y autoritarismo. Ser preciso con las órdenes, ya que podrían realizarlas de la forma incorrecta si dejamos tareas muy complejas. Deben tener acuerdos claros con los premios y castigos, esto se debe dar entre ambos padres y después exponerlos con nuestros hijos para llegar al mejor acuerdo.

Diferencias
Según Almánzar, los padres de antes eran 100% proveedores, mientras que ahora suelen involucrarse más en la crianza de los hijos.

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