¿Por qué nos ponemos ansiosos?

Si frecuentemente hemos sentido fatiga, falta de concentración, o nos irritamos con facilidad; padecemos insomnio o sentimos rigidez muscular, es probable que estemos padeciendo de ansiedad. Una emoción que la padecen 183 millones de personas en…

Si frecuentemente hemos sentido fatiga, falta de concentración, o nos irritamos con facilidad; padecemos insomnio o sentimos rigidez muscular, es probable que estemos padeciendo de ansiedad. Una emoción que la padecen 183 millones de personas en todo el mundo y que, en algunos casos, puede servirnos de utilidad, pero en muchos otros puede afectar seriamente nuestra salud y conducta.

Para edificarnos sobre este tema, hemos abordado a la terapista familiar, licenciada en Educación y psicóloga educativa Lourdes Henríquez Díaz.

“La ansiedad es la condición de salud mental más frecuente en el mundo occidental. Es el tipo de reacción exagerada con la que enfrentamos los estímulos del ambiente. Incita a actuar y a estar alerta, y sirve para enfrentarse a situaciones amenazantes.

Esta emoción tan útil cuando se manifiesta como una respuesta adaptable a las circunstancias, puede producir fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular o desorden del sueño cuando se expresa como un estrés constante y sobreactuamos”, explica la experta en la conducta humana.

l ¿Cómo afecta a las personas, estar constantemente ansiosos?
l El estar frecuentemente ansioso afecta el organismo humano en múltiples formas y síntomas, influye en el estado de ánimo, la forma de pensar, dificultades para conciliar el sueño, o deseo constante de dormir, pérdida progresiva del apetito o aumento exagerado del mismo, y hasta afecta la autoestima o el amor propio. Las emociones básicas que solemos sentir (tristeza, ira, sorpresa, asco, miedo, alegría). Al estar ansiosos podemos experimentarlas en forma excesiva o por el contrario asumir una actitud indiferente ante la realidad percibida. Si la región que regula la situación de alerta corporal ante situaciones estresantes duplica su actividad, hay una mayor predisposición para estar ansiosos. Y esto puede suceder por causa genética o por situaciones de contexto en una vida difícil. Una enfermedad asociada a la ansiedad es la depresión.

l ¿Por qué cada vez se están registrando más casos de gente ansiosa?
l Hay una predisposición biológica a padecerla, por lo que los genes pueden jugar un papel fundamental que explique su aparición. Pero, como siempre un medio ambiente peligroso combinado, lo explica mejor. Además, muchos de estos padecimientos tienen muchas veces una base biológica importante, como un descenso de algunos neurotransmisores, como la serotonina o la norepinefrina.

Si le echamos un vistazo a los periódicos cada día, podríamos hacernos una idea en cada cultura o sociedad que nos toca vivir, el observar cómo se registra de forma exponencial un aumento de la inseguridad ciudadana.

Pobres controles de las instituciones de orden público y menos educación en nuestros ciudadanos. Con una tendencia a la vida fácil y énfasis en lo material, como ideal social.

l ¿Hasta dónde una ansiedad puede considerarse normal o patológica?
l Lo normal o patológico en un tema de estudio siempre es relativo. Lo que es necesario atender es lo personal o idiosincrático, lo que te produce ansiedad a ti puede simplemente a otra persona pasar desapercibido.

La situación de ansiedad y el estrés acompañante, es muy pernicioso para la atención y para el aprendizaje y la memoria. Un poco de presión puede motivar y activar la atención y ayudar para tener una mejor ejecución, pero en un nivel elevado, el estrés provoca desatención y una verdadera incapacidad para aprender. El cortisol que se libera, interfiere en la memoria y si esto continúa por un tiempo de más de 15 días puede cambiar la estructura del hipocampo y reducirlo.

l ¿Puede ser la ansiedad un signo de alerta sobre otra condición mental como la esquizofrenia?
l En la enfermedad mental denominada maniaco- depresiva, la persona va de un estado de ánimo alto a uno bajo. Frecuentemente una persona con ansiedad generalizada presenta una inmensa tristeza y desaliento ligado a la depresión, cuando esto sucede debe atenderse y no solo dejarlo al ejercicio del propio autocontrol. El control cerebral voluntario se nos da muy mal, sobre todo en situaciones de alta vulnerabilidad.

Con frecuencia la psicosis o la ansiedad y la misma depresión son componentes previos a episodios esquizofrénicos. La depresión que provoca la ansiedad extrema, afecta a unos 340 millones de personas de todo el planeta, siendo el cuarto problema de salud pública del mundo. La ansiedad producida por las fobias (por ejemplo: a las alturas, o a las cucarachas), son en la inmensa mayoría producto de experiencias traumáticas, por lo regular ocurridas en la infancia o adolescencia.

l ¿Cuáles son las consecuencias de padecer de ansiedad generalizada?
l La ansiedad sirve para enfrentarse a situaciones amenazantes e incita a actuar y a estar alerta, esto es una función de protección y de sobrevivencia de la persona.

Esta emoción tan útil puede ser contraproducente si hay un trastorno, porque en lugar de una reacción adaptada a las circunstancias, se expresa en forma extrema. Otras consecuencias son: estrés constante que lleva a la fatiga, dificultad para realizar cada una de las actividades cotidianas. Incapacidad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular, desorden del sueño y todo esto sin causa aparente.

La hipersexualidad y sus abusos o adicciones, las autolesiones y el abuso de las drogas y el alcohol, son conductas asociadas a la ansiedad generalizada, al estrés, asociado a la misma y a la depresión resultante.

l ¿Quién es más propenso de padecer ansiedad: el hombre o la mujer? ¿o varía según la etapa del desarrollo que se viva?
l Hay más tendencia a sobrereaccionar en el varón, puesto que la hormona masculina testosterona los lleva a arriesgarse más en su estilo de vida. Y al hacerlo su reacción es con más ira o reactividad, o con miedo superlativo.
Mientras que la mujer tiende a deprimirse con más facilidad que los hombres, como consecuencia de esta ansiedad excesiva. Por otra parte, es en la adolescencia, para ambos sexos, el período de máxima vulnerabilidad.

Ya que la corteza prefrontal, lugar donde los circuitos cerebrales pueden facilitar el control emocional, aún en los adolescentes, no se ha terminado de desarrollar. En la vejez, es muy común que la ansiedad y estrés correspondiente desemboque en depresión aguda. Siendo más común en los hombres, que este padecimiento concluya en suicidio.

El trastorno de ansiedad generalizada
Este padecimiento es más común en las mujeres, que en los hombres; aun así, la sufren unos 183 millones de personas en todo el mundo. El estrés puede tener su origen en la propia persona- en sus pensamientos y emociones- o fuera de ella- en el entorno. Al generar impresiones exageradas de peligros exteriores.

Ahora bien, el ser humano es un animal contador de historias, y queremos entender nuestras propias historias y esta es la base fundamental de porqué la literatura (Novelas, cuentos, poesías, teatro) es tan terapéutica. De suerte que el leer nos ayuda a entender nuestra propia historia de vida.

Podemos al hacerlo, entendernos más. Porque al leer, no sólo entendemos los diferentes mundos posibles, sino que el libro también nos lee. Tenemos que entender el sentido de nuestras vidas, por qué y qué nos ha llevado a ser así, tan ansiosos. Y es por eso, la importancia fundamental del trabajo terapéutico y la razón de tratar de evitar el remediar estos síntomas, solamente tomando medicación. Hay que evitar la soledad de los adolescentes y de los adultos mayores, como las poblaciones más vulnerables, aunque aplica para todos los casos. La soledad está relacionada con la ansiedad y el estrés, y de paso la depresión.

l ¿Qué debemos hacer para manejar la ansiedad?
l Es una condición en la que uno no puede liberarse con sólo desearlo. Pero una vida con sentido que te lleve a la propia realización personal, además de hacer ejercicio diario, aunque sólo fuere 30 minutos, amar lo que se haga (trabajo, estudio y tiempo de ocio) y de forma privilegiada, tratar de acompañarse de una pareja funcional.

Hay terapias conductuales modernas, como la experiencia en realidad virtual, donde se vive en forma segura el reaprendizaje, de entrenar la desensibilización a aquello a lo que tenemos fobia. Para ayudar a los adolescentes y personas añosas, padres y maestros necesitan actuar como elementos reguladores, de filtro, y que le podamos transmitir calma.

En todos los casos una visita semanal o quincenal a un terapeuta sistémico, puede resultar bastante útil y eficaz. Una depresión leve, puede tratarse con psicoterapia. En casos extremos será cuando el médico tendrá que indicar antidepresivos. Pero siempre por tiempo limitado y preferiblemente en forma conjunta con una buena psicoterapia. l

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