Estrés: fenómeno que se presenta en las plantaciones

En la vida de las plantas, así como ocurre con los seres humanos, no siempre las cosas transcurren de manera perfectas y hay situaciones y estados que les pueden generar estrés. Eso ocurre por ejemplo con el arroz y otros rubros.

En la vida de las plantas, así como ocurre con los seres humanos, no siempre las cosas transcurren de manera perfectas y hay situaciones y estados que les pueden generar estrés. Eso ocurre por ejemplo con el arroz y otros rubros. En el arroz, las altas temperaturas, el exceso de humedad y de brisas pueden conducir a un vaneamiento de éste, y de paso dejar bien estropeada la inversión que ha realizado el productor.

El expresidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz (Fenarroz), César Espaillat, conoce bien del tema, especialmente porque ha estado envuelto en él de manera directa a través de las fincas que tiene. “Las temperaturas suben mucho entre agosto y septiembre y eso le crea mucho estrés al arroz”, indica. Y agrega que el último ciclón que tuvimos trajo mucha brisa, lo cual afectó las plantaciones. “Mucha brisa te puede reducir el rendimiento del arroz hasta en un 40%, porque la brisa pone vano el arroz”, expone.

Lo que dice Espaillat surge sin que el productor lo esté esperando ni deseando, pero hay situaciones en las que el estrés se puede provocar con intenciones de lograr un efecto positivo. Eso ocurre, por ejemplo, en el caso del mango y algunas especias. Se empuja al estrés para lograr una reacción de la planta y para que eso se traduzca, en ocasiones, en mayor floración y en otros cambios.

El cultivador de mango Rafael Leger, quien ha estado ligado por años al clúster de esa fruta, explica que luego de la cosecha del mango, se abona. Eso genera un ciclo vegetativo y con el segundo brote se provoca un estrés hídrico”, indica. Eso de “estrés hídrico”, significa suspender el riego o el agua a las plantas para generar estrés. Cuando la producción es convencional (no orgánica) se aplican también inductores. El encargado de Proyectos de Pimienta del Instituto Agrario Dominicano (IAD), Hipólito Guzmán, asegura a elCaribe que todas las plantas se estresan y en el caso de las pequeñas (de pimienta) trasladarlas de un lugar a otro, de un vivero a otro, en fundas, en transporte y expuestas a la brisa, les genera un estado como el descrito, especialmente por la transpiración en las hojas. “Las plantitas luego hay que dejarlas en la sombra, mojarlas, cuidarlas y estar atento a ellas durante varios días para liberarlas de la presión o el estrés y para que puedan volver a su estado normal”, plantea Guzmán. El agrónomo asegura que “si tú siembras las plantas con ese nivel de estrés, es casi seguro que se mueren”. “Hay que tener claro que todas las plantas… las de malagueta, de pimienta, de clavo dulce y otras, se estresan”, sostiene.

En la finca experimental del IAD, en  Yamasá, este diario observó que el tronco de una planta fue atravesado por un clavo. Cuando se le pregunta a Hipólito Guzmán qué se busca con eso, explicó que “esa mata de nuez moscada nació macho y lo que hicimos fue introducirle varios clavos en el tronco para crearle un estrés a ver si cambia”. Desde su punto de vista, un estrés puede empujarla a un cambio en función de  las reacciones que tiene ante la acción. 

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