El boxeador ucraniano Vasyl Lomachenko, con un depurado boxeo y con pleno dominio del cuadrilátero, dispuso la madrugada de este domingo del jamaicano Nicholas Walters para revalidar por quinta ocasión su corona superpluma (130 libras) avalada por la Organización Mundial de Boxeo.
La pelea tuvo como escenario el Hotel Cosmopolitan de Las Vegas, Nevada, Estados Unidos. El vaticinio de los expertos se cumplió.
El peleador de guardia zurda conectó -sin piedad- sus golpes a la anatomía de Walters quien buscaba neutralizar la ofensiva de su rival, ¡pero nunca pudo!
En el primer round se vio a Walters con mejor desempeño, mientras que Lomachanko peleaba a la media distancia y en ocasiones disparaba su mano derecha en jab que llegaba neta a la cara de su rival. Sin embargo, este round fue parejo (10-10).
No obstante, a partir del tercer asalto el ucraniano, con furia, conectaba lluvia de puños a la cabeza del jamaicano, especialmente el jab el cual combinaba con el gancho de izquierda.
En los asaltos cuarto y quinto prácticamente había un solo hombre en el cuadrilátero…¡y ese era Lomachanko!. Buscaba terminar las acciones antes del límite de los 12 rounds a los que estaba pactada la reyerta.
El combate, que formó parte de la cartelera número 2,000 organizada por la promotora Top Rank que preside el veterano abogado estadounidense Bob Arum, fue transmitida -en directo desde Las Vegas, Nevada, Estados Unidos- por el canal CDN Sports Max de Multimedios del Caribe.
Lomachenko, quien logró su victoria número siete en su breve carrera profesional (7-1), pero que en el pugilismo aficionado accionó en 397 combates con una sola derrota (396-1), siempre fue el hombre que atacaba y atacaba sin darle tregua a Walters.
Waklters, quien sufrió su primer revés en 27 peleas profesionales (26-1 con 21 victorias por nocaut), en ningún momento puso en apuros al ucraniano.
Lomachanko, en los finales del séptimo round descargó una lluvia de puños, especialmente su efectivo gancho de izquierda combinad con el jab, que pusieron en condiciones peligrosas a Walters.
Cuando Walters ya se veía indefenso, recibiendo efectivos golpes de Lomachenko, la esquina decidió llamarle al árbitro para que detuviera las acciones…¡entonces el árbitro Tony Weeks aceptó el llamado y detuvo el combate declarando ganador, por nocaut técnico en el octavo round, al ucraniano.
Ya Walters no tenía aire y era conectado sin piedad por Lomachenko quien con esta victoria se convierte en el primer boxeador de la historia que, con apenas ocho peleas, logra coronarse campeón del mundo en tres ocasiones y en dos divisiones diferentes (pluma y superpluma).
