¿Qué le espera al país en producción agrícola por las inundaciones?

En República Dominicana hay un viejo refrán de que “con la comida no se juega” y es natural que frente a inundaciones -como las recientes- surjan preguntas y preocupaciones por posible escasez o por aumentos de precios en los rubros agrícolas,&#823

En República Dominicana hay un viejo refrán de que “con la comida no se juega” y es natural que frente a inundaciones -como las recientes- surjan preguntas y preocupaciones por posible escasez o por aumentos de precios en los rubros agrícolas, dada la cantidad terrenos afectados.Y como hay productos más importantes que otros dentro de la canasta alimenticia, a menudo la gente piensa cuáles de ellos estarán o no ausentes en los hogares. El producto “bandera” y de mayor importancia política y comercial en el país es el arroz.

Las lluvias llegaron cuando toda la producción de la primera etapa se había recogido y de la segunda la mayor parte (el 95% según el Ministerio de Agricultura).

Por ejemplo, en el Bajo Yuna, donde los torrenciales aguaceros afectaron grandes extensiones (en general, incluyendo viviendas) antes de las lluvias se había cortado la mayor parte del arroz y solo quedaban en pie cinco o seis mil tareas, de acuerdo con informaciones ofrecidas a elCaribe por Bernardina Hernández (doña Mora), presidenta de la Asociación de Productores de Arroz.

El Bajo Yuna concentra entre el 30 y el 35% de la producción nacional arrocera. Doña Mora no cree que los daños sufridos puedan empujar al alza el precio de ese cereal. “Te diría que no tiene que subir, porque no habrá escasez”, le dijo a este periódico. Los precios en el arroz, a diferencia de otros renglones, no andan “por la libre”, sino que a través de la Comisión Nacional Arrocera (Cona), que se reúne cada año, se fija un “precio de sustentación” de la fanega. Otro punto que protege al productor de arroz y en cierta forma al consumidor, porque evita que haya faltante, es la pignoración. Se trata de un mecanismo de intervención del Estado en el sub-sector arrocero nacional para incentivar y regular con equidad la producción, procesamiento, comercialización y consumo del grano en la República Dominicana. La pignoración posibilita que el arroz que no se va a consumir se guarde y se saque al mercado cuando se requiere. De manera más clara, mantener el precio de sustentación del arroz, precios asequibles al consumidor (sin sorpresas o alzas bruscas) y evitar la saturación del mercado implica para el Gobierno tener que invertir anualmente unos RD$450 millones en el Programa de Pignoración. En la pignoración interviene el sector molinero.

En cuanto al plátano, el 70% de la producción del país se produce en terrenos secano en el denominado “triángulo del Cibao Central”, que comprende la provincia Hermanas Mirabal, Licey al Medio-Moca y La Vega. En esos puntos se produjeron inundaciones. Sin embargo, hasta ayer no se tenían datos concretos sobre las pérdidas totales ni los predios golpeados. Se espera que las aguas bajen definitivamente para ofrecer una cifra específica. En el caso de Moca, se han avanzado algunos números.

El restante 30% de los plátanos se produce entre Barahona (desde Canoa, Jaquimeyes y Vicente Noble, donde las lluvias fueron inferiores) y la Línea Noroeste. De esos puntos, en las áreas donde hubo inundaciones, los daños tampoco se cuantifican con certeza. A diferencia del arroz, en el caso de plátano, es poco probable que haya reserva, porque esa musácea no se pignora, no se guarda. Por tanto, eso la hace más susceptible de sufrir aumentos de precios a futuro, provocados por una merma en la oferta. Lo propio pudiera ocurrir con la yuca, tomando en cuenta las plantaciones inundadas en Moca, provincia Espaillat, de donde surge la comúnmente conocida “yuca mocana”. Allí han sido afectados predios de maíz y hortalizas.

Cuando de banano o guineo se trata, la Línea Noroeste es la principal referencia, pero la fruta-vívere se produce también en Azua. Los daños ocasionados por las lluvias en puntos como Montecristi pudieran empujar a un aumento en el precio a nivel regional y a una merma en las exportaciones. En cambio, Azua pudiera servir de amortiguamiento para los precios del guineo a nivel de Santo Domingo y en materia de exportación bananera (si se mira el país en conjunto), porque mientras en otros puntos del territorio nacional hubo daños, esa zona se mantuvo en calma en semanas recientes. La unidad de guineo verde se cotiza en los colmados entre 3.50 y 4.25 pesos.

A finales de 2015 el precio del plátano se elevó por un fenómeno totalmente diferente al que se produce ahora. Al cierre de 2015 la unidad de esa musácea alcanzó un precio de RD$18.30 y fue necesario autorizar importaciones. En 2015 subió de precio por la sequía y los riesgos de que en lo adelante vuelva a hacerlo (luego de que estuvo a la baja) serían consecuencias de las lluvias. Esto, en caso de que las plantaciones anegadas se dañen. Un tipo de producción que resultó afectado, especialmente en La Vega, fue el de vegetales orientales. Se llaman así porque son originarios de China, India, Japón y otras zonas de Oriente. Se cultivan con facilidad, para luego venderse a los emigrantes asiáticos que habitan en EE.UU, Europa y otros países de Occidente. Entre los vegetales orientales cultivados figuran berenjenas, vainitas, ajíes, orégano hindú, jengibre, cundeamor, musú y tindora. En gran manera, su vocación es exportadora. 

El granero se mantiene con buenas condiciones

Una baja en la producción de vegetales orientales no supone gran problema para el país en materia alimentaria, aunque sí afectaría la entrada de divisas. Datos de años recientes le atribuyen a los vegetales orientales una generación de divisas de unos de US$70 millones en volumen exportado.

Echando una mirada a El Granero del Sur, como se le llama al valle de San Juan… contrario a lo que ocurrió en la zona del Cibao, donde las lluvias ocasionaron daños de todo tipo, en San Juan las que cayeron crean las bases para el inicio de la siembra de habichuela. Robin Alcántara, presidente de la Red Agropecuaria del Valle, calcula que se plantarán 150 mil tareas. Mientras, desde San José de Ocoa, donde se produce cerca del 33% de los vegetales del país (la mayoría en invernadero) no se han reportado daños que pudieran poner en peligro el abasto de ají pimiento, morrón, tomate u otro tipo de cultivo.

 

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