Como una contribución a que las nuevas generaciones recuerden en todo momento el sacrificio de los próceres de la República, según palabras de los editores, el Banco de Reservas y el Archivo General de la Nación entregaron al público los tomos 3 y 4 de las Obras Completas de José Gabriel García (1834-1910), reconocido mayoritariamente por los entendidos como el Padre de la Historia Dominicana.
Contada en un estilo didáctico, con una sencillez que lleva a pensar que García pretendía enseñarles Historia Nacional a los dominicanos de todas las edades, habría que concluir comprendiendo el porqué Don Américo Lugo quiso bautizar al autor con el calificativo que acrisola su nombre en la actualidad.
El recurso de las preguntas y respuestas, como en la mayéutica socrática de acuerdo con los diálogos de Platón, es recurrente en los tomos recién publicados, con un recuento que va desde la época colonial hasta finales del siglo XIX, en una cronología dividida en nueve etapas claramente definidas.
En sus palabras de presentación el administrador del Banreservas Simón Lizardo Mézquita, coincidiendo con los maestros de la psicología social, opina que el ejemplo encomiable de los antepasados debe ser transmitido “a nuestros compatriotas como un legado permanente de auténtica dominicanidad”.
De su lado el historiador Roberto Cassá, director del Archivo, define las publicaciones en su introducción como un “homenaje justiciero aunque demorado al Padre de la Historia Dominicana, como certera y dignamente lo llamara el prócer Américo Lugo”.
Los detalles sobre los criterios científicos que se observaron en la compilación los aporta el investigador Raymundo González, quien tuvo a su cargo la coordinación de los trabajos, dando crédito a labores afines realizadas por Rocío Devers, Andrés Blanco Díaz y el fenecido Vetilio Alfau Durán, junto a los hijos de Don José Gabriel, Leónidas y Alcides. Los auspiciadores anuncian otros tomos del autor en preparación, reveladores de las verdaderas raíces dominicanas.
