“Nos hace falta unidad y respeto por el trabajo de los demás”

El artista visual Pascal Meccariello se define como un individuo intuitivo en perenne conflicto con la falta de sentido. Se considera un habitante del mundo, cuyas interrogantes acerca de las imperfecciones, ambigüedades y contradicciones de la humanidad

El artista visual Pascal Meccariello se define como un individuo intuitivo en perenne conflicto con la falta de sentido. Se considera un habitante del mundo, cuyas interrogantes acerca de las imperfecciones, ambigüedades y contradicciones de la humanidad lo llevaron a elegir el arte como la herramienta idónea para formular preguntas. El también actor recuerda que su primer acercamiento que tuvo con el arte fue cuando tenía como cuatro años, cuando su abuelo le regaló unos lápices de colores, pero todos de un solo color, había que mojarlos para que pudieran dibujar ya que eran de acuarela. “Me fasciné tanto con el efecto del color diluido que el entusiasmo me llevó a descubrir formas de variar el color con cenizas y tierra mezcladas. Así descubrí el poder de transformación que viene con la creatividad”, recuerda con satisfacción el artista visual.

¿Cree que el arte es una buena herramienta de reflexión?
Absolutamente y en muchas direcciones. Empieza con la idea o problemática que plantea el o la artista y se multiplica de manera infinita en cada espectador.

¿El arte dominicano está bien encaminado?
Hemos tenido buenos y muy malos momentos, pero ahora mismo se vislumbra un gran despunte, pues se ha logrado una mayor proyección a nivel internacional, tanto con artistas establecidos como con jóvenes que traen una propuesta diferente y sólida.

¿Cuál ha sido la mayor satisfacción en su carrera?
Haber pasado los cuarenta y seguir creyendo en la verdad del arte, con la convicción de que a través de éste se puede transformar el pensamiento, construir una actitud positiva y un entorno más sensible.

¿Cómo vislumbra las artes plásticas en RD en el futuro? ¿Por qué?
Veo una nueva generación de artistas que no tienen influencia de los artistas locales de mayor trayectoria, lo que no es bueno ni malo, sino curioso; es como una nueva identidad visual, que no sigue o no conoce la iconografía autóctona que influía y permanecía con cierta esencia en el arte nacional hasta principios del milenio, por lo que no se ve una continuidad sino un salto. Esto se debe en gran medida a la deficiencia teórica de nuestras escuelas en materia de historia del arte.

¿De sus trabajos, ¿con cuál se sientes más identificado y por qué?
Todo el tiempo me identifico al cien por ciento con lo último que estoy haciendo, cada obra responde a procesos personales que cumplen su función y son importantes en su momento. Esto se debe al estado evolutivo y a la parte de crecimiento continuo que intento implementar en mi persona y mi trabajo.

¿Cuáles técnicas gozan de su interés, y por qué?
Desde mis inicios he integrado a mis procesos casi todas las técnicas plásticas y tecnológicas. En la actualidad estoy mezclando técnicas tradicionales como la tinta china, con collages de fotografía digital de mis propios dibujos, proceso que me está encaminando a soluciones más típicas de la pintura, la cual es la técnica que menos he utilizado. Expreso mi arte mediante técnicas artísticas diversas, tales como el video, fotografía, dibujo, cerámica, instalaciones escénicas, entre otras.

¿Cómo entiende que ha evolucionado en su obra?
Al verme más concentrado y con más horas de trabajo.

¿Sobre qué va su discurso en cada una de sus exposiciones?
Varía mucho, desde cuestionamientos personales, espirituales y sociales, hasta ejercicios de la estética que juegan con la estructura formal de la obra y la técnica per se.

¿Cree que el arte en RD recibe suficiente apoyo?
Es lamentable, pero no. Es necesario que las empresas de mayor capital inviertan en arte y cultura, hasta ahora parte de esa necesidad la viene a suplir una sola empresa: E. León Jimenes con la realización de su concurso bienal. Y muy deficientemente el Museo de Arte Moderno con la Bienal Nacional, contando éste con un presupuesto denigrante, su infraestructura ha sobrevivido gracias a la buena voluntad de quienes lo han dirigido en los últimos años.

¿Cómo no sucumbir en el camino en un país donde las políticas culturales no están bien cimentadas?
Creyendo firmemente en que estamos trabajando para mejorar esas circunstancias.

¿Qué nos falta como nación, artísticamente hablando?
Unidad y respeto por el trabajo de las demás personas, reconocimiento desinteresado por los logros ajenos.

En cuanto a los galeristas, ¿cómo percibe su papel en el mercado del arte?
Son fundamentales en la conformación del sistema de proyección de las propuestas artísticas, tanto en la esfera internacional (incluso a niveles no comerciales), como en función de un mercado local.

¿Tuvo miedo de dedicarse en cuerpo y alma a esta carrera por asuntos de supervivencia?
En realidad no, existe una gran diferencia entre tener miedo y el estar preocupado, pero ocupado.

¿Si tuviera que elegir una actividad para desenvolverse, de nuevo, volvería a elegir las artes plásticas?
Elegiría toda forma de arte y seguro las circunstancias me irían redefiniendo hasta convertirme en casi exactamente lo que soy ahora.

¿Se puede vivir del arte en RD?
Creo que sí, pero aún falta arraigo en las relaciones entre coleccionistas y artistas, aunque en los últimos años ha aumentado la oferta y demanda. l

Consideración
Aquí se puede vivir del arte, pero aún falta arraigo en las relaciones entre coleccionistas y artistas, aunque en los últimos años ha aumentado la oferta y demanda”.

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