Cuba forma parte del Caribe, no es solamente una vecindad, un accidente geográfico. Lo caribeño es una civilización que se expresa en diferentes idiomas pero con culturas que siempre se tocan, que siempre se encuentran y que nacen del mismo tronco…
Nancy Morejón
Llegué al final de este viaje que había postergado por décadas. No me arrepiento de haber venido. Vine, sin proponérmelo, cuando finalizaba el trayecto de Fidel Castro, cuando en Santiago de Cuba le hicieron los máximos honores. En la televisión local solo se hablaba de eso. Destacaban su legado, sus ideas, sus pensamientos, su sacrificio… Me habían preguntado por qué no me había expresado por las redes sociales cuando se supo de su muerte. No quería. Así como admiré su hazaña en mis años mozos, comencé a ser crítica con el modelo que impuso, desde que comprobé que el pueblo sufría.
Confieso que pensaba al llegar aquí que vería a un pueblo triste, un pueblo sin alma. Y no fue así. Sin embargo, en el ámbito académico, no hubo un discurso de un cubano que no estuviese matizado con alguna referencia al “Comandante”.
Como me trajo al país un evento sobre el Caribe, pues, como ya he escrito, vine a participar en el evento anual de la Cátedra de Estudios del Caribe “Norman Girvan”, quiero presentar algunas de mis reflexiones y conclusiones que me nacieron escuchando, discutiendo en los diferentes debates que se originaron a lo largo de tres días.
1. El Caribe es una zona importante para Cuba. No cabe dudas que Fidel y el Gobierno cubano se ganaron un espacio en las islas del Caribe. Fue una política dirigida y bien pensada que ha tenido sus frutos. No cabe dudas del liderazgo de Cuba en el CARICOM, a pesar de no formar parte de esa entidad. Tampoco puede negarse su presencia activa en la Asociación de Estados del Caribe. Defiende este espacio como un contrapeso a los otros organismos y alianzas regionales que tienen una influencia norteamericana, o de algún país del cono sur.
2. Se consideran asimismo como el puente natural entre el Caribe y el resto de América Latina. Se denominan como “los más latinoamericanos de todos los países caribeños”, o “los más caribeños de todos los países latinoamericanos”. Esto evidencia que buscan ser los interlocutores del Caribe con el resto del mundo.
3. En ese panorama República Dominicana es ignorada. En el evento destaqué que para Cuba, el Caribe insular era fundamentalmente el CARICOM, y que el resto existía pero no era parte de su política. En los debates defendí que el Caribe va más allá del Caribe inglés.
4. Haití, por lo que pude apreciar, tampoco forma parte del universo de sus preocupaciones. Ni siquiera ha sido mencionado. Por lo que he podido observar, a lo largo de estos años dedicados a conocer el Caribe, este país vecino nuestro, solo forma parte del discurso cubano cuando existe alguna coyuntura especial, tal y como ocurrió con la famosa del Tribunal Constitucional que buscaba regular la migración ilegal.
5. A pesar de que tienen una presencia importante en la Asociación de Estados del Caribe (AEC), en su universo de preocupaciones y debates el gran Caribe no está presente, no es de sus prioridades. Ahora que durante varios años he estado vinculada a los esfuerzos realizados por tres universidades del Caribe colombiano, me he dado cuenta de que nuestros vínculos históricos son muy fuertes. Del Gran Caribe les preocupa, por razones ideológicas, políticas y económicas, a Venezuela por lo que ella representa con el PETROCARIBE. Digo esto a pesar de que en el evento había dos colombianos de la Universidad de Cartagena que estaban participando en la actividad, pero no como conferencistas.
6. Pienso que como dominicanos, no solo como caribeñistas, debemos estar muy atentos al proceso de Cuba. Creo que será un laboratorio interesante en el que estarán debatiéndose las ideas fundamentales que enarboló la Revolución Cubana por más de 50 años, el proceso de apertura que transgredirá las bases de su economía socialista hacia una economía de mercado y de competencia; el intento del Gobierno por mantener control en todos los órdenes a pesar de que existe en la sociedad un grito unánime de liberalización de muchos de esas imposiciones. Así como fuimos testigos silentes a veces del proceso de aislamiento y de crisis de la revolución cubana, seremos también testigos de un proceso de transformación profunda de esa sociedad.
7. El ascenso de Trump este mes es un gran enigma para Cuba y el resto del mundo. ¿Se impondrá la irracionalidad política de un presidente atípico, primario y voluble? ¿O se impondrá en Estados Unidos el establishment de un Estado que tiene muy clara su vocación imperial? ¿Se impondrán la lógica y los intereses del capital y los capitalistas ante cualquier locura propuesta por el flamante-atípico presidente norteamericano? ¿Qué planteará el partido liberal de los Estados Unidos en esta nueva coyuntura, a sabiendas de que tiene minoría en el Congreso? ¿Se levantará finalmente el embargo? Lo cierto es que con este presidente que asumió el poder no tenemos garantía de nada. Sus palabras no son parámetros, pues se niega y desdice a cada instante. Los hechos dirán todo. A partir de sus elecciones para conformar su equipo, todo indica que nacerá un nuevo “Big Stick” en los Estados Unidos, pues se ha hecho acompañar de los dirigentes más ultraconservadores no solo del Partido Republicano, sino de la vida económica y social de ese país.
Aquí termina esta serie que escribí durante mis fructíferos días en La Habana. No imaginé que sería tan larga, que llegaría hasta una séptima entrega. Ojalá que mi bitácora haya servido para la reflexión de mis lectores. En las próximas entregas hablaré de otros temas.
Caribe de la asfixia, tu pasado perdido,
Tu habla y tu pulmón,
El verde de la flecha,
Las ciudades perpetuas de la luna,
Los calendarios,
Las humaredas
Pero veo
Los galeotes dramáticos
El corsario sombrío
Con su arco de napalm
En el fondo del golfo….
Nancy Morejón. l
