Hágale caso a Servio Tulio, Presidente

En una entrevista que le hizo Fausto Rosario Adames, director de acento.com, a Servio Tulio Castaños, de la Comisión Presidencial de Punta Catalina, el cabeza de la Fundación Institucionalidad y Justicia hace planteamientos muy interesantes.

En una entrevista que le hizo Fausto Rosario Adames, director de acento.com, a Servio Tulio Castaños, de la Comisión Presidencial de Punta Catalina, el cabeza de la Fundación Institucionalidad y Justicia hace planteamientos muy interesantes.
Dice el entrevistado en acentotv.do: “El presidente Medina debe ser el más interesado en que el esclarecimiento de Punta Catalina se haga en su administración, y no luego de que él deje de ser presidente… porque entonces será peor”.

Servio Tulio tiene claro que el escándalo Odebrecht debe tener consecuencias, porque independientemente del informe que evacue la Comisión presidida por Agripino Núñez Collado, el Ministerio Público tiene que establecer responsabilidades sobre los sobornos que admitió Odebrecht haber entregado en el país entre 2001 y 2014.

Precisa que “la única obra que se contrató entre 2012 y 2014, fue Punta Catalina. En 2013 se gana (Odebrecht) la licitación, pero es en 2014 cuando se aprueba en el Congreso “.

Citó que de los sobornos “a quien están inculpando funcionarios de Odebrecht es al Congreso de la República al que declararon haber dado el dinero de los sobornos para que desde el Congreso les garantizara los fondos que debían asignarse a la construcción de las obras, siendo más específicos, a que fueran aprobados los préstamos”.

Acota en la entrevista que los contratos y préstamos que aprueba el Congreso les son remitidos por el Poder Ejecutivo.

Anteayer sendas informaciones del periódico Estadao, y de O Globo, gigante de la comunicación mundial, confirmaron que las campañas electorales del presidente Medina, como las de otros países, recibieron fondos de Odebrecht.

Ya en un allanamiento hecho en casa de Mónica Moura y en los interrogatorios iniciales de la Policía Federal de Brasil al tándem Joao-Mónica, encontraron la misma información.
El develamiento de la estafa Odebrecht, que incluyen 92 millones de dólares en sobornos, sobrevaluaciones estimadas por Huchi Lora en más de US$ 634 millones de dólares, y otros 162 millones de dólares en ganancias ilícitas, rebosaron el balde de la paciencia social.

Ha sido un error creerse que con desmentidos del presidente Medina el escándalo se disiparía, como en los casos de los aviones Tucano, OISOE, sobrevaluaciones en remodelaciones y construcciones públicas, o el alegre reparto de las tierras del CEA, etc.

No hay forma de darle paño con pasta al escándalo. Como observador de los datos que proyecta la realidad nacional entiendo que no tenemos instituciones que administren la justicia que merece el país ante este escándalo. Pero hay fisuras importantes. El juez José Alejandro Vargas, algunos medios de comunicación y hasta el propio Servio Tulio son expresiones claras de esas fisuras.

Y está el empoderamiento ciudadano de #La MarchaVerde, determinado a que se dé un frenazo a la corrupción y la impunidad prevalecientes.

Y aunque hasta dignidades eclesiásticas tengan dudas, Dios está obrando para que los culpables paguen consecuencias y el país sea resarcido en términos económicos y éticos.
Eso debe entenderlo el presidente Medina, pues aunque institucionalmente quizás el país no esté preparado para que caiga su gobierno, como ya se pide, tampoco puede dejarse sin consecuencias la descomunal estafa de Odebrecht.

Tiene que haber consecuencias, hágale caso a Servio Tulio, presidente. 

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