Válido siempre traer a cuenta la inteligencia emocional, la capacidad de manejar adecuadamente las emociones propias y comprender las ajenas. Es innata pero puede mejorarse a base de tiempo y práctica. Son cinco los elementos claves de inteligencia emocional: conocimiento de emociones propias, autocontrol, autodisciplina, empatía (comprensión de los sentimientos de otros) y destrezas sociales. Actualmente se valora la capacidad emocional sobre la intelectual en el ámbito laboral y se destaca su importancia para tener una vida más plena y feliz. “En el mundo de alta tecnología y súper actividad en que vivimos, deberíamos preocuparnos menos por coeficiente intelectual y más por coeficiente emocional, a fin de disfrutar de una vida más feliz y saludable”, dice Glenn Hinds, golfista y motivador internacional.

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