Benjamín Della Bruna aún no tiene un local donde exhibir lo que hace. Se comunica con los clientes cada día a través de las redes sociales.
Santo Domingo.- Es un negocio que tiene gran acogida en el mercado local. Benjamín Della Bruna es uno de esos tipos que saben poner “el ojo en la diana”. Se le ocurrió hacer carteras y bolsos totalmente en zíper desde que notó que ahí hay un importante mercado en el segmento femenino.
Lo que hace este emprendedor es innovador y llamativo. Si la persona decide comprarle uno de los bolsos, podría llevarse una gran sorpresa, porque de entrada lo que parece es un rollo envuelto de zípers, por la forma como se entrega para llamar la atención.
En la medida que se va cerrando ese zíper, se va formando la cartera hasta llegar al final. Es ahí cuando se aprecia la obra de arte que representa el invento.
“La idea con esto que hago es que, además de tener un producto de utilidad para las damas, el mismo sirva como detalle para regalar en momentos especiales o en cualquier momento”, le explica Della Bruna a elCaribe, que acudió al taller donde cada día la creatividad y el ingenio se expresan sin límites.
Los precios de cada unidad son de 500 en adelante. Della Bruna es argentino de origen, pero lleva cuatro años y medio viviendo en República Dominicana. “Mi padre se vendrá a vivir aquí también, pues somos tres hermanos y todos estamos hace mucho en este país”, expone el emprendedor de los zípers. “Los modelos varían. Hay carteras, monederos y bolsos más grandes; todo a gusto y del color que deseen. Hay gente que me ha pedido ponerle hasta bandera bordadas a esas carteras. Lo hago si problemas”, asegura.
Della Bruna aún no tiene un local donde exhibir lo que hace. Se comunica con los clientes cada día a través de las redes sociales (en Instagram como Zippercolor y en Whatsapp con el 849-252-3710) y en el denominado “de boca en boca”. Esto último significa que un cliente a quien le quedó bien cuando le vendió, sigue dando buenas referencias de él hasta elevarle la cantidad de solicitantes.
“La idea de hacer esto me surgió luego de un regalo que le traje a mi hermana de Argentina. Cuando le mostré el regalo decidimos hacerlo aquí, mucho más acabado y perfeccionado”, rememora Benjamín. Y agrega: “Lo que empecé a hacer en principio, es ahora diferente y con más calidad. Le he incorporado flores, la base y otros componentes a esas carteras de zíper. Al principio las que hacía eran cosas muy sencillas”. La materia prima la compra en la capital. Entre esa materia prima hay rollos de 220 yardas que les alcanzan para una buena cantidad de bolsos. Antes de vivir en República Dominicana, Benjamín había dado vueltas por varios oficios, tanto en Argentina como en España.
“Te puedo decir que cuando empecé este invento desperdiciaba mucho material, pero además de eso pagaba muy alto el precio de cada material comprado a los suplidores, porque iba a lugares cuyos costos son más elevados. He ido conociendo negocios en la capital que venden a precios más bajos”, sostiene.
Benjamín Della Bruna habla con orgullo de lo que vende y asegura que ha tenido una acogida del cien por ciento entre los usuarios o clientes. “Ha sido formidable. El ver esto desarmado, como un lío de zípers y luego ver que se transforma en una cartera es impresionante, algo práctico”, indica.
El que compra un bolso de estos se queda como mi cliente. Esto tiene calidad y resistencia y es bastante práctico. Si se te ensucia la echas a la lavadora como si nada y listo”, expresa. Benjamín tiene tres personas que le asisten en la parte de la venta y está abierto a asociarse con alguien que esté dispuesto a potenciar mucho más el negocio.
“Me gustaría, porque a mí me falta ese mercadeo y esa salida. Me gustaría por ejemplo comprar una máquina que me permita hacer en quince minutos lo que en esta me lleva dos horas”, dice.
