El Gobierno debe invertir más para acelerar economía

La aceleración de la economía dominicana en el último tramo del año deberá contar con una participación más dinámica del gasto público, especialmente del componente inversiones, el que en el primer semestre se cayó.

La aceleración de la economía dominicana en el último tramo del año deberá contar con una participación más dinámica del gasto público, especialmente del componente inversiones, el que en el primer semestre se cayó.

Mantener el nivel del déficit fiscal en los parámetros previstos en el Presupuesto vigente parece el mayor desafío si se quiere acelerar el crecimiento en la segunda mitad del año, toda vez que ejercer una política fiscal más activa como se espera para poder acelerar la economía, tiene su riesgos e convenientes. La austeridad fiscal conlleva desacelerar la economía.

Según cifras que registra el informe del Banco Central sobre la evolución de la economía durante el primer semestre del año, hubo una disminución de RD$2,903.1 millones en el gasto en inversión fija y de RD$218.2 millones de las transferencias de capital.

Aunque hubo un desempeño favorable en las recaudaciones, la ejecución de la política fiscal en la primera mitad del 2017 fue conservadora o pasiva, por el freno y reducción de las partidas de inversiones públicas, que representan la parte del gasto público que más empuja a los diferentes sectores y variables de la economía, como la industria, el comercio y el empleo.
Evolución

El informe da cuenta que durante la primera mitad de 2017, el gasto total del Gobierno Central aumentó en RD$5,720.1 millones. Ese crecimiento fue originado en su totalidad por el comportamiento del gasto corriente. En contraste, el gasto de capital registró una disminución de RD$2,733.3 millones. El gasto de capital, principalmente de su componente inversiones, es el que crea riqueza. Pero es el más frágil en momentos de dificultades presupuestarias.

Cuando hay necesidad de reducir gastos para enfrentar déficit fiscal, los recortes mayores se producen vía el gasto de capital y las inversiones. Los gastos corrientes son menos flexibles.

En el primer semestre del año los gastos corrientes reportaron un aumento interanual de RD$8,453.3 millones, correspondiendo de ese monto RD$4,106.3 millones a la partida sueldos y salarios. Otros RD$6,313.9 fueron reducciones en gasto en bienes y servicios, mientras que las transferencias corrientes tuvieron una caída de RD$6,671.2 millones. Esa merma no fue por decisión propia de austeridad, sino que se debió, en gran medida, a la reducción de las transferencias corrientes al sector eléctrico, posibilitadas por el comportamiento bajista, en promedio, del precio del petróleo.

Uno de los componentes de gastos corrientes más importante, por su cuantía e inflexibilidad, es el pago de intereses de la deuda pública, el cual en la primera mitad del 2017, registró un incremento de 11.9%, igual a RD$5,034.1 millones.

La muestra de que el gasto público que dinamiza la economía es el de capital, se refleja en que en el primer semestre hubo un aumento general el gasto total del Gobierno Central en RD$5,720.1 millones, pero guiado por los gastos corrientes. El gasto de capital registró una contracción de RD$2,733.3 millones.
Importantes proyectos y obras de infraestructuras que el Gobierno ejecuta, como la ampliación de la segunda línea del Metro de Santo Domingo y el teleférico, estuvieron siendo ejecutadas en el primer semestre a ritmo lento, por falta de fondos.

Mientras tanto, en relación a la variación interanual de RD$8,453.3 millones del gasto corriente durante el primer semestre de 2017, el informe dice que RD$4,106.3 millones corresponden al comportamiento de la partida sueldos y salarios, RD$6,313.9 al gasto en bienes y servicios, mientras que las transferencias corrientes tuvieron una caída de RD$6,671.2 millones.

Se necesita, según cita el Banco Central en su informe dado a conocer la semana pasada, que la política fiscal, cuya principal manifestación es la ejecución del Presupuesto Nacional, asuma un papel más activo.

La política monetaria ya asumió una cuota de responsabilidad en el inicio del segundo semestre, al liberalizar recursos del encaje legal por más de RD$20,000 millones para financiar a los sectores productivos, las Pymes y al consumo. El propósito de esa medida es dinamizar la economía a través del crédito.

Los mecanismos de medición de corto plazo que tiene el Banco Central les indicaban que el ritmo de crecimiento había perdido velocidad en los primeros meses del 2017 con relación al 2016. El crecimiento de 4% en el período enero-junio del 2017, frente a un 7% del similar del 2016, explica porque el Banco Central activó su política monetaria.

El objetivo de esa política monetaria expansiva es empujar un crecimiento del producto interno bruto (PIB) en alrededor del 5% para el año completo. Esa meta es posible con la coordinación de las dos grandes políticas económicas, y ya la monetaria inició su contribución.

Se espera que el impacto de esa medida reanime a la Construcción, sector que vincula a muchas otras áreas de la economía, y que fue el único de los sectores que más contribuyen al PIB que decreció en la primera mitad del 2017, rompiendo una tendencia que por varios trimestres lo mantenían liderando el crecimiento de la economía. La perdida fue amplia porque de un crecimiento de 16.8 por ciento en el primer semestre del 2016 terminó en un decrecimiento de 2.7 por ciento en el 2017. Otros dos sectores que también decrecieron , pero que tienen poca ponderación dentro de la estructura del producto interno bruto dominicano, fueron Administración Pública, con una tasa negativa de 0.9 por ciento, frente a una positiva de 4.1 por ciento en el período similar anterior, y Salud, que cerró con una tasa de -0.7 por ciento, en comparación con un 9.4 por ciento en el primer semestre del 2016.

Tres fueron los sectores que decrecieron en el primer semestre del año en comparación con el período similar del 2016, e igual número los que crecieron a niveles superiores. Estos fueron Comunicaciones, manufactura de zonas francas y hoteles, bares y restaurantes, que representa el sector turismo.

Dentro de los sectores que más contri buyen al PIB, la mayor desaceleración la experimentó el sector explotación de minas y canteras, que de un crecimiento de 25.3 por ciento en el primer semestre del 2016 cayó a un 3.7 por ciento en la primera mitad del año en curso. La actividad agropecuaria cedió en su contribución a la producción nacional, de 8.0 por ciento entre enero y junio del 2016 a 6.2 por ciento en igual período del 2017, mientras que el Comercio, que es una de las actividades que lideran la generación de empleos y sustentan la retención final del Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS), creció un 3.1 por ciento, frente a un crecimiento de 5.5 por ciento del período similar anterior.

La Política fiscal debe hacer su aporte

Retomar el sendero de crecimiento alto no podrá ser solo fruto de la política monetaria, según deja ver el Banco Central cuando en su informe dice que sus estimaciones en el contexto de las medidas adoptadas recientemente y de un escenario en el cual se espera una política fiscal más activa durante el segundo semestre, arrojarían que la tasa de crecimiento anual del PIB al cierre del presente año se ubicaría en torno a su crecimiento potencial de 5.0%. La interrogante surge en torno a la vía que utilizará el Gobierno para aumentar el gasto en inversiones públicas, cuya ejecución sin atadura de financiamiento se limita a las infraestructuras escolares levantadas en todo el país, pero que tienen un límite numérico.

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