Topinambur, la planta «milagrosa» rescatada del olvido que florece en Chile

Santiago de Chile, (EFE).- Desde la raíz a la flor se le atribuyen propiedades «milagrosas». Se trata del topinambur, una planta que según los expertos posee extraordinarias cualidades nutricionales y curativas, y que hace un par de años una emprendedora chilena rescató del olvido.

Santiago de Chile, (EFE).- Desde la raíz a la flor se le
atribuyen propiedades «milagrosas». Se trata del topinambur, una
planta que según los expertos posee extraordinarias cualidades
nutricionales y curativas, y que hace un par de años una
emprendedora chilena rescató del olvido.

En San Vicente de Tagua Tagua, una localidad rural ubicada a 150
kilómetros al sur de Santiago, vive Rosella Ponce, una agricultora
que descubrió el topinambur casi por casualidad, tras sufrir una
fibromialgia, enfermedad que se caracteriza por los fuertes dolores musculares que soportan quienes la padecen.

«Empecé a investigar y descubrí que el topinambur era adecuado
para mis problemas de salud y para otros como la diabetes. Esta
planta me ayudó en mi enfermedad, pero además tiene un sabor muy rico», señaló a Efe.

El tubérculo tiene un gran potencial medicinal debido a que es
rico en inulina, un glúcido (azúcar) presente en las frutas que es
tolerable por los diabéticos. Además, contiene lactobacilo, un
estimulador de la lactancia materna, antitumoral y con propiedades anticolesterol.

Por esta razón, un grupo de académicos del Centro de Desarrollo
Industrial (CDTA) de la Universidad de Concepción está estudiando el impacto, los beneficios y el potencial curativo de esta planta.

Según los científicos que han investigado la especie, el
topinambur presenta una elevada dosis de inulina, «un azúcar que no es absorbido por el cuerpo, y que por lo tanto pasa por el tracto digestivo sin ser asimilado», explicó el director de la CDTA, Rudi Radigrán.

Incluso, subrayó Radigrán, funciona como un prebiótico que ayuda a la flora intestinal, lo que a la larga facilita la absorción de
los nutrientes por el organismo y reduce los dolores que provoca la artritis y el colon irritable.

Rosella Ponce cultiva la planta gracias a la financiación que le
ha prestado la Corporación de Fomento (Corfo), una agencia del
Gobierno chileno dependiente del Ministerio de Economía que tiene a cargo apoyar el emprendimiento y la innovación.

La agricultora también cuenta con el apoyo del Gobierno de la
región de O’Higgins, donde se encuentra su parcela, enclavada en una zona de valles fecundos.

«La producción se lleva a cabo bajo la premisa de agricultura
limpia, libre de agroquímicos y con un proceso de deshidratación a baja temperatura, lo que permite asegurar la preservación de los nutrientes de este alimento funcional», resaltó el ingeniero en
alimentos de la Universidad Católica de Valparaíso, César Quezada, asesor técnico de Nutramore, la empresa que comercializa el producto.

El topinambur es una especie originaria de Norteamérica que en
los inicios del siglo XVII fue llevada a Europa, donde se empleo
como alimento para el ganado y los seres humanos.

En el siglo pasado, su cultivo se empleó para paliar la dura
escasez de alimentos tras la II Guerra Mundial, tal como ocurrió un par de siglos antes cuando la papa, natural de Suramérica, fue usada en los tiempos de hambruna.

En la actualidad, el topinambur, cuyas semillas pueden
encontrarse en el sur de Chile, no dura más de cinco meses en estado natural.

Por este motivo, Rosella Ponce procesa el tubérculo a baja
temperatura baja para evitar que pierda propiedades y ha logrado
disponer de topinambur en polvo y en forma de hojuelas.

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