¡Muchachos, dejen eso! ¿Jugando a la división?

¡Muchacho, deja éso! Era una advertencia de los adultos a jóvenes que con evidente riesgo hacían cosas atrevidas. Ahora se puede aplicar a adultos que son jóvenes en la participación política.

¡Muchacho, deja éso! Era una advertencia de los adultos a jóvenes que con evidente riesgo hacían cosas atrevidas. Ahora se puede aplicar a adultos que son jóvenes en la participación política.

En el ambiente hay señales jugando a la división. Se sugiere desde el poder que ahora y no después se debe dar el paso; dicen desde ahora que para el 2020 se recomponen.

Se convoca, sin tener esa atribución, a una cena a los senadores del PLD, excluyendo a cinco, en la casa de un ministro, en lo que se sugiere ser la iniciativa para dejar aprobada, en esta legislatura y antes de terminar el año, la Ley de Partidos con las primarias simultáneas con padrón abierto.

Poco les importa si esas primarias violentan la Constitución; el poder hace soberbio y desenfrenado a quienes no tienen formación política para gobernar; carencias hacen olvidar que el Estado es de la Nación y maltratarlo tiene un alto costo.

La Constitución del 2010 se formuló teniendo como referencia y significado la Constitución de 1963; ésta se la llevó entre sus garras el golpe de Estado contra el profesor Bosch. Pero un año y siete meses después, el 24 de abril de 1965, el pueblo, acompañado de militares, se lanzó a las calles reclamando “retorno a la constitucionalidad sin elecciones”.

Ese hecho sólo pudo ser detenido con una intervención militar norteamericana, con 42 mil marines, más de los que intervenían en ese momento en Vietnam. La principal lección histórica de este movimiento popular es el respeto a la Constitución.

Sería inconcebible e inaceptable que en el gobierno del PLD se vulnere la Constitución del 2010, principal legado histórico del PLD.

El vocero, que no es vocero, declaró que el Presidente no buscaría la reelección. Sin embargo, una encuestadora contratada por él en ese momento aplicaba una encuesta con preguntas buscando resultados sobre la conveniencia de propiciar una división partidaria.

Por razones de espacio solo veamos dos preguntas: “¿Qué sucedería si los aliados al PLD optaran por la reelección presidencial?” Y la otra “¿Quién se quedaría con el partido y quién se quedaría con el poder?”

Sobran otras señales, como los artículos, declaraciones y entrevistas a abogados y politólogos muy caros, sin excluir “eventos académicos” con invitados internacionales bien pagados.
Todo esto no escapa a mordaces y satíricos comentarios mediáticos. Por ejemplo, el director de Diario Libre, en su columna, escribió el pasado viernes:

“Santo Domingo. El presidente del Partido de la Liberación Dominicana, Dr. Leonel Fernández renunció a esa organización política afirmando que ésta “había cumplido su misión histórica” y que en lo adelante se dedicará a la formación de un nuevo partido político que luchará contra la corrupción y la impunidad que se han “aposentado” en el partido morado” (…)

Agrega que recrea el escenario de salida del profesor Bosch del PRD porque lo mismo pueda hacer el Dr. Fernández “…en caso de que el clima en ese partido siga enrareciéndose (…), dado el antagonismo que se desarrolla en las filas del partido de gobierno…”.

Lógico, estas señales son troncos en el camino, aunque de salir el PLD del poder, los que están fuera reaccionarían con retaliación; el presidente Medina debe llamar la atención diciéndoles: ¡Muchachos, dejen eso! ¿Jugando a la división?

Posted in Edición Impresa, Opiniones

Más de edicion-impresa

Más leídas de edicion-impresa

Las Más leídas