ONU espera sociedad asuma “hoja de ruta”

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) tiene alto interés en que la sociedad dominicana haga suya una “hoja de ruta” que se está diseñando de manera conjunta entre diversas instituciones, de suerte que ésta sirva de instrumento para que los gobiernos planifiquen y prioricen sus acciones

Se trata de un valioso instrumento que servirá para que los gobiernos puedan planificar y priorizar sus acciones

El Sistema de las Naciones Unidas (SNU) tiene alto interés en que la sociedad dominicana haga suya una “hoja de ruta” que se está diseñando de manera conjunta entre diversas instituciones, de suerte que ésta sirva de instrumento para que los gobiernos planifiquen y prioricen sus acciones.

Para la efectiva implementación de la agenda de Desarrollo Sostenible 2030 -en consonancia con la Estrategia Nacional de Desarrollo- de República Dominicana, se han estructurado cuatro subcomisiones que tienen un enfoque claro de trabajo: poner atención al tema de la pobreza (rural y urbana), la resiliencia, el cambio climático, la producción y consumo sostenible y la institucionalidad.

En República Dominicana está de visita una comisión integrada por Matilde Mordt, líder regional del Equipo de Desarrollo Sostenible y Resiliencia del PNUD; Pablo Salazar, asesor regional de Población y Desarrollo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, y un grupo de expertos de áreas vinculadas al desarrollo sostenible. Una parte de ellos, junto a funcionarios de varias agencias nacionales, participó ayer en una entrevista en el periódico elCaribe. “Me parece interesante que se haya seleccionado la parte de producción y consumo sostenible, porque justamente una de las áreas donde hemos o donde vemos cierta brecha en la planificación en la República Dominicana es la parte ambiental, entonces ahí hay un desequilibrio”, expresó Mordt, en las palabras introductorias del diálogo, dirigido por el director de este diario, Osvaldo Santana.

El staff de expertos

Junto a la líder regional del Equipo de Desarrollo Sostenible estuvieron Rosa María Suárez, directora técnica del Gabinete de Coordinación de Políticas Sociales (GCPS); Luciana Mermet, Representante Residente adjunta del PNUD; Roberto Liz, director general de Desarrollo Económico y Social del Ministerio de Economía; José Miguel Fernández, miembro de la Subcomisión Institucional de la Comisión ODS.

En septiembre del año 2015, en la Cumbre Especial de Desarrollo Sostenible, los líderes del mundo se comprometieron a adoptar una nueva agenda de desarrollo.

Con eso se marcó el fin de los objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y el inicio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para poner fin a la pobreza, luchar por una sociedad más igualitaria y resiliente a los efectos del cambio climático. La nueva agenda 2030 contiene una visión más desafiante, según se informó ayer. Es más integral, incluyente, ambiciosa, interdisciplinaria y universal.

De acuerdo con las explicaciones ofrecidas, conlleva reflexionar sobre el tipo de enfoque necesario para lograr el desarrollo sostenible. Y mueve al diálogo sobre la planificación a un ámbito más estratégico e integrador, ampliando la concepción más sectorial que prevalecía en la agenda anterior. “Es un llamado al cambio de modelo de desarrollo y a la eliminación de la pobreza, que es un llamado de urgencia y un llamado también a dar un paso más allá. Esta misión busca ayudar al país en las políticas y las estrategias que ya se están implementando”, explicó Matilde Mordt, en la conversación.

La ruta a la que tanto Mordt como sus acompañantes hicieron referencia ayer contiene primero un análisis de las estrategias del Estado, un análisis de la capacidad de datos de monitorear y de dar seguimiento a la agenda y 230 indicadores definidos que se pueden de alguna manera medir, ya que los países no tienen la capacidad de medir estos indicadores. “Son de los temas que estamos viendo (…) cuáles son los datos que se pueden priorizar, y hay también análisis del aspecto financiero y cómo se financia esta agenda”, sostuvo.

Las comisiones que existen alrededor de la agenda han hecho un trabajo preparatorio de identificación de los temas cruciales para esa agenda.

Respondiendo una pregunta sobre la agenda 2030 que tiene (SNU) y la que tienen normalmente los gobiernos, Mordt respondió así: “Esta agenda en particular tuvo un proceso de análisis importante. Y agregó: “Por un lado era un proceso de negociación intergubernamental muy intenso, pero la participación que hubo del sector privado y de distintos estamentos de la sociedad civil, de consulta a nivel nacional y a nivel sectorial, así como online global, fue algo realmente muy importante y eso es una buena base. La agenda sobre los ODS no es particular sino una agenda universal de todos los países y cada uno de los países están encontrando objetos diferentes, pero similares al mismo tiempo, en término de cómo se aborda cada uno de esos problemas o retos. “Cómo se llega a las zonas más vulnerables es uno de los principios de esta agenda. Son agendas muy ambiciosas”, dijo Matilde Mordt. Informó que en México hubo millones de personas participando en las consultas y en República Dominicana la participación fue bastante activa. Dijo que los distintos estamentos de la sociedad son los que deben proveer la base para que las propuestas avancen.

Mientras, la representante local del PNUD indicó que en el caso de República Dominicana, el país tiene una ley marco para la Estrategia Nacional de Desarrollo y que esa ley de alguna manera es la madre de todos los instrumentos de planificación. “Lo que el Gobierno hizo al suscribir la agenda 2030 fue decir: Bueno, ya tenemos un marco normativo y al mismo tiempo marco de objetivo de desarrollo, y por lo tanto de algunas prioridades”, planteó.

“La estrategia tiene cuatro ejes que bien o mal captura un poco las cuestiones que también se están mirando. La misión lo que debe hacer es mirar cómo esta nueva agenda 2030 se alinea con la Estrategia Nacional de Desarrollo y no al revés.

Yo pienso que es una buena decisión de parte del Gobierno, porque entonces no estamos duplicando ni solapando estrategias ni agendas y -por lo tanto- hay que ver cómo la agenda global se refleja en los instrumentos nacionales. En las prioridades que el mundo, en términos generales, ha consensuado es la dirección en la que nos debemos mover”, dijo Mermet.

De acuerdo con las explicaciones ofrecidas ayer, a República Dominicana le ha ido bien, cuando se trata de objetivos de desarrollo nacionales, en los que tiene una nota del 72%.

Eso quiere decir que el país está alineado, y esta nueva agenda viene de la mano de los temas vinculados al medio ambiente, sostenibilidad, vulnerabilidad, resilencia, producción y consumo sostenible. Mermet resaltó las convenciones, protocolos o mecanismos multilaterales de los cuales Dominicana es parte, que requieren o conllevan cumplimiento, inversión, adopción de políticas y marcos normativos.

Cuando a Rosa María Suárez se le pregunta, en otra parte de diálogo, sobre las visitas sorpresa y sobre la agenda, de la que sectores diversos opinan no debiera asumirla el presidente sino otros estamentos del Estado, su respuesta fue la siguiente: “Para mí las visitas sorpresa tienen primero la virtud de que usted tiene a un presidente que no está en un escritorio, única y exclusivamente, escuchando a sus funcionarios sino que se conecta directamente con las personas para no perder la sensibilidad que a veces se esconde en los indicadores y los planes que a veces se les llevan a usted a un escritorio”. “Digamos que tiene la virtud de que lo mantiene conectado con la realidad”, expuso.

En referencia a la agenda 2030 de desarrollo sostenible, resaltó que un punto interesante que presenta es el balance de una visión de desarrollo, en la que se otorga valor no solo a los temas del crecimiento económico, sino también a otros que son parte de la estrategia. “Eso permite que uno pueda tener la capacidad de mirar los tres ejes importantes del desarrollo; tanto el que tiene que ver con el área de crecimiento, como con la distribución o el ámbito social del crecimiento”, dijo Suárez.

El Índice de Desarrollo Humano y los números

Por parte de este diario, en la conversación intervinieron el subdirector Héctor Linares, el jefe de Redacción de Apertura, Héctor Marte, y la editora de elCaribe digital, Sandra Guzmán.

A todos ellos Mordt les explicó que en el Informe de Desarrollo Humano 2016 que hizo el PNUD, que abarcaba la reducción de la pobreza, la salida de la pobreza y los riesgos de volver a caer en pobreza, hay una pirámide de ingresos que muestra una reducción en el tiempo del estamento pobre, que para el análisis en cuestión es memos de cuatro dólares. Hay un estamento de ingreso de entre 4 y 10 dólares diarios, considerado estamento vulnerable.

Una de las interrogantes que surgen es qué hacer con la población que tiene entre cuatro y diez dólares diarios, dice Matilde Mordt. “Es una población considerada vulnerable y es 45% de la población dominicana que está en ese segmento o estrato, además de los pobres”, agrega. Sostuvo que a través de los programas sociales focalizados hay una reducción de la pobreza. “Pero quedan en un estrato vulnerable, que en una emergencia de salud familiar o en un huracán vuelven a caer en la pobreza. Es muy importante poner atención sobre cuáles son los mecanismos para proteger estas recaídas”, aseguró la líder regional de Desarrollo Sostenible y Resiliencia del PNUD.

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