Los especialistas recomiendan obsequiar juguetes de acuerdo a la edad del niño, y evitar aquellos que sean bélicos.

Los juguetes influyen en la conducta de los niños, de modo que al momento de obsequiarlos debemos reflexionar sobre si estos les serán útiles y adecuados para futuros comportamientos, explica Aby Morel, certificada en psicología infantil y atención temprana por la Universidad Antonio Nebrija.

Sin embargo, para el Día de Reyes, hay algunos familiares y amigos que se olvidan o ignoran esto, por lo que obsequian juegos que contribuyen a fomentar la violencia y el racismo.

“Los juguetes facilitan el desarrollo psicomotor del niño/a, influyen en las etapas de socialización, el aprendizaje y la creatividad, cuyas cualidades se verán reflejadas en la adultez”, destaca la psicóloga.

Esta es una de las razones por la que en el 2010, con la finalidad de concienciar a los adultos sobre la importancia de comprar juguetes no violentos, la Procuradoría Fiscal del Distrito Nacional, en coordinación con la Comisión Interinstitucional Educando para la Paz, relanzó la campaña “Educar para la paz con juguetes de vida”.

Desde que inició este movimiento, la Procuraduría Fiscal aclaró que no es para impedir que se le regale un juguete a un niño, sino perseguir que en el seno de la familia se genere la reflexión sobre el tema; por ejemplo, que haya una conversación con el niño que quiere la pistola, y al papá que le explique porqué no.

Sobre esto, el psicólogo Hanoi Vargas explica que, “no son recomendables todo tipo de juguetes promotores de violencia; aquellos que generan un nivel de actividad cerebral que resulte adictivo, debido a la compulsividad; los que no promuevan y favorezcan el buen desarrollo de los procesos cognitivos, generando así un desbalance entre el tiempo invertido y los beneficios que se entienden deberían forjar”.

Según Vargas, se deben seleccionar aquellos juguetes que favorecen los buenos procesos cognitivos, facilitando la creatividad; los que convierten lo aprendido en habilidades que luego serán transferidas a la vida diaria, y a su adaptabilidad social.

Asimismo, los que beneficien el ejercicio de la psicomotricidad gruesa (que se encarga de trabajar todas las partes del cuerpo por medio de movimientos bruscos como caminar, correr, saltar y demás actividades que requieren esfuerzo), o psicomotricidad fina (que trabaja movimientos y actividades de precisión y coordinación), indica Vargas.

De igual forma, el psicólogo menciona que se deben seleccionar los que estimulan la imaginación, sin reñir con los sanos valores, y la necesidad de los menores de explorar cosas constructivas.

Mientras que Morel señala que los juguetes deben ser herramientas de motivación e interés infantil que diviertan al niño o la niña, promuevan el aprendizaje de manera espontánea y estimules sus habilidades cognitivas, sociales, afectivas y comunicativas. Entre los que deben estar: los funcionales o de experimentación que como su nombre lo indica les ayudan a los niños a explotar su entorno: como el escondite, Jung, el pañuelito, entre otros.

También están los simbólicos, que representan papeles o roles de personajes y los niños se divierten a montón haciendo de médicos, profesores, papá y mamá, montando tiendas, etc.

Asimismo, Morel indica que los juguetes manipulativos y de construcción son una buena opción para regalar. Dentro de estos encajan los rompecabezas, las sopas de letra y el lego (piezas para construir).

“Juguetes de reglas como el ajedrez, parchís, ping pong y todos los que sean de mesa estimulan el aprendizaje de estrategias, la interacción con otras personas, el control de la agresividad y, además, promueve la responsabilidad y la democracia valores, que ayudarán al niño durante la vida adulta”, dice la especialista.

Por último, menciona los juguetes de grupo o cooperativos que estimulan la comunicación grupal, la aceptación y tolerancia hacia los demás, así como el grado de participación en actividades del colegio, la escuela, la iglesia y otros grupos.

Opciones

Por ejemplo, los de cero a seis meses necesitan juguetes que les ayuden a descubrir su cuerpo y a distinguir diferentes texturas, formas y colores, como los sonajeros, móviles de cuna, muñecos de goma, mordedores, alfombras con actividades, entre otros. Si tienen de siete a 12 meses, cuando empiezan a explorar los objetos y a reconocer voces, para ellos son ideales las pelotas grandes, muñecos de trapo, juguetes sonoros, tentetiesos, balancines y andadores.

Para los de 13 y 18 meses, que ya saben andar y reconocen las propiedades de los objetos, es bueno obsequiarles cubos para encajar y apilar, así como bicicletas con ruedas.

Los bebés, entre los 19 y 24 meses de vida empiezan a descubrir su entorno, hablan y disciernen. Regálales coches, bicicletas, pizarras, pinturas, instrumentos musicales o animalitos.

Cuando comienzan a sentir curiosidad por los nombres e imitan escenas familiares, entre dos a tres años, son adecuados para ellos los triciclos, palas, cubos, rompecabezas, pinturas o muñecas con diferentes tipos de piel.

Mientras que para los de tres a cinco años, que son más interrogativos y les gusta cantar y jugar con sus amigos, las bicicletas, pizarras, magnetófonos, cuentos, marionetas o muñecos articulados, es un buen regalo.

Los de seis a ocho años saben sumar, restar, leer y escribir, cómprales monopatines, coches teledirigidos, juegos manuales, de preguntas o experimentos.

Para los que tienen nueve y 11 años, interesados por actividades complicadas, los complementos deportivos, juegos de estrategia y reflexión, audiovisuales, electrónicos o experimentos son ideales.
Y, por último, como los de 12 años suelen sentirse un poco desinteresados por algunos juguetes, invierte en regalarles libros de su tema favorito, equipos electrónicos, videojuegos constructivos, ropa o calzado.

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