Como en años anteriores, Roberto Ángel Salcedo estrena la primera comedia del año, Pobres Millonarios, la cual será la segunda película en llegar a las salas de cine en 2018.
En su trayectoria en la pantalla grande, Salcedo es conocido por abrirles las puertas a los seguidores que abarrotan los cines en cada “gala” premier, hasta convertir el escenario en un intercambio de fotografías y saludos con figuras del elenco. Esta ocasión no fue la excepción.
A pesar de que también tiene sus detractores, esos que no ocultan ni suavizan sus críticas, especialmente por las redes sociales, desde que el realizador anuncia un nuevo proyecto, la realidad es que el presentador de televisión tiene una fórmula secreta que implementa con cierto éxito taquillero anualmente.
En el 2017, dos (de sus tres estrenos), fueron las “más taquilleras”: Súper Papá (RD$ 37, 621,495.50) y El plan perfecto (RD$ 36, 405,500). Con la primera, Roberto Ángel descubrió cómo irse a lo seguro de la mano de una historia simple, lineal y sin mucho enredo.
Con Pobres Millonarios no fue distinto; simple, lineal y sin mucho enredo, pero más acertada. Esta podría ubicarse, incluso, como lo mejor de Roberto Ángel Salcedo en la pantalla grande.
El elenco, en esta ocasión, tuvo mayores atinos. Manolo Ozuna, uno de los que casi siempre aparece en las cintas de Salcedo y que ya lo hemos identificado como el que salva las películas con los chistes más puntuales y orgánicos, compartió este título con Diana Filpo, una debutante que se adentró en la piel de “Miladys”, la doméstica de Los Morales, para entregar una valiosa actuación.
A la trama se sumaron otras figuras que, sin duda, marcaron momentos interesantes con los personajes que encajan con diálogos acordes a los ambientes, época y sociedad en la que se desarrolla.
María Castillo y Franklin Domínguez, dos luminarias del teatro principalmente, se unieron a un grupo de jóvenes y demostraron que la experiencia no se improvisa. Sus interpretaciones sobresalieron por su fluidez y naturalidad, al igual que la de Jalsen Santana; mientras que Dalissa Alegría, Manny Cruz, Liz Soto y Yokasta Díaz fueron otras figuras que aportaron a la trama con sus papeles de niña rica, chofer humilde y saloneras de un barrio. Hay que destacar que aunque en momentos se divorciaron un poco, resulta casi imperceptible.
A pesar de que la mayoría de los diálogos se desarrollan con fluidez, algunos se tornaron muy esquematizados y robóticos, como es el caso de Roberto Ángel, Radhamés Espíritu, Mabel Henríquez y Gaby Desangles.
Sobre la trama
Pobres Millonarios narra la historia de los Morales, una familia adinerada, acostumbrada a gastar de manera desmedida el dinero que proviene de la empresa del patriarca, un mujeriego empedernido que tiene hijos (con siete mujeres) fuera de su matrimonio.
Acostumbrados a vivir cada uno por su lado, aun estando bajo el mismo techo, con la muerte del progenitor los Moreles se ven obligados a cambiar su estilo de vida a medida que se van quedando sin dinero. Esta situación los obliga a mudarse en un nuevo residencial y luego a un barrio capitalino.
Incentiva la unión familiar y los buenos valores
Los miembros de la familia Morales se ven obligados a aprender a subsistir de otra manera, a trabajar y conocer la importancia de las personas a su alrededor y del dinero mismo. Todo se desarrolla en un lapso de tiempo de aproximadamente dos años y se aprecia la evolución de los personajes.
