La tenista regresó al tenis dos años después de su retiro. Revela que la infelicidad y el miedo la alejaron del deporte

Hace dos años Francesca Segarelli vivía en un mundo de presión, infelicidad y miedo. Todas esas emociones la llevaron a alejarse del deporte de sus amores, el tenis. “A mí se me olvidaba lo que era disfrutar del juego. Solo pensaba en que tenía que ganar y eso provocaba miedo, inseguridad y muchas cosas feas. Ahora es diferente”, relata la jugadora graduada en Ciencias Políticas y Economía en la Universidad de la Florida Tras superar esa dura etapa, Francesca, de 27 años (5 de septiembre 1990 en Roma, Italia), decidió volver a la competencia. Sostiene que su pareja, Jean Carlos, y sus padres (Tullio y Daniela Segarelli) jugaron un papel primordial para recuperar el terreno perdido.

¿Qué te motivó regresar a las canchas?
Hay muchas cosas que me motivan, pero la principal es hacerlo en la manera en la que quiero hacer las cosas. Ahora tengo un nivel de madurez muy grande y diferente. Aprendo de mis experiencias y fue una decisión totalmente mía. Esa fue mi motivación principal. Ahora se basa en mí y en lo que yo quiero hacer y en cómo hacerlo.

¿Qué tiempo estuviste fuera de acción?
Dos años.

¿Cuáles fueron las causas que te motivaron a retirarte del juego?
Yo misma me puse mucha presión. Eso fue lo que más me mató. Mi último año fue muy difícil después de la universidad. Recuerdo que mi primer año me fue muy bien, pero el segundo era ganar, ganar, ganar. Eso me llevó a la infelicidad. A mí se me olvidaba lo que era disfrutar del juego. Solo pensaba en que tenía que ganar y eso provoca miedo, provoca inseguridad, provoca muchas cosas feas. Ahora es diferente. Cuando pude terminar tomé valor y dije ya voy a parar por mi salud. Fue lo mejor que pude hacer. Fue una medida que tomé muy tranquila. En un momento me provocó mucha inseguridad, pero hoy puedo decir que estoy en un deporte que en verdad me gusta.

¿En quién te apoyaste para tomar la decisión de regresar al juego?
Fue un decisión totalmente mía. No dejé que mucha gente interfiriera en esto. No lo comentaba con nadie. Sí escuchaba y dejaba que la gente me hablara, pero no dejé que se involucraran. Mi novio Jean Carlos fue una gran motivación, el que tu pareja te haga preguntas que tú sola te contestas y que te hagan pensar qué es lo que realmente que te hace feliz. Él es un gran apoyo y el motivo por el cual yo decidí volver a jugar. También mis padres (Tullio Segarelli y Daniela) fueron claves. Tengo la suerte de tener una familia donde puedo encontrar fuerza para brincar.

Botaste el miedo. Ya estás tranquila. Ahora, ¿qué vamos a ver de Segarelli en el terreno?
Van a ver a una Francesca muy diferente, que le gusta lo que hace y feliz.

¿Qué has estado haciendo para recuperar todo ese terreno perdido?
Con mi experiencia sé que la parte física es muy importante. Empecé con la parte de entrenamiento físico sin el tenis. Ya tengo dos meses entrenando a tiempo completo todos los días. La primera semana de marzo me voy a Miami a trabajar con mi entrenador Johnson García. Allí voy a durar dos meses. Dependiendo de ese trabajo en equipo, de cómo él me vea y cómo me sienta, empezamos la gira, la cual iniciará a finales de abril. Si no se puede, entonces se pospone por una semana o el tiempo que se requiera. Mi prioridad ahora mismo es ponerme al cien por ciento para empezar a jugar y obtener los resultados que quiero. Lo más importante para mí es participar en la Copa Federación y después los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla. Ese es mi plan.

¿Qué tan preparada estás para lograr esos objetivos?
Mentalmente estoy lista. Voy a un paso delante de gran manera, que quizás en algún momento cuando gané medalla no lo estaba como ahora. Quisiera que los Centroamericanos fueran ahora. Eso me motiva a entrenar más duro, me emociona, me despierto con esa idea. Hay un plan para todo eso. La parte física va a venir por sí sola.

Después de ahí, ¿qué viene en cuanto a torneos se refiere antes de que concluya el año?
Mi meta, hablando del ranking, es lograr el posicionamiento que dejé cuando decidí tomar una pausa, que era el 424. Lograr el Top 500 es mi meta en números para este año. Ganar medalla de oro, que es la que me falta en mi carrera, es también una prioridad y pasar al grupo uno es también mi meta. Todo eso espero lograrlo a corto plazo. Lo sé, pero me la creo. Esas son mis metas para este año.

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