Dice a elCaribe que se le caía la cara de la vergüenza por la acusación de agresión sexual que le hizo una fotógrafa

Lo describe como uno de los peores momentos de su vida. Según sus palabras, se le caía la cara de la vergüenza. Miguel Ángel Sanó vivió un infierno mientras lidiaba con una acusación de acoso sexual.

Betsy Bissen, una fotógrafa del Twins Daily, dijo en diciembre pasado que, supuestamente, el dominicano intentó agredirla tras una sesión de autógrafos en una plaza en el año 2015. Bissen, en su cuenta de Twitter, alegó que Sanó hizo uso de su fuerza para besarla.

La Oficina del Comisionado de las Mayores, hace pocos días, dictaminó que el nativo de San Pedro de Macorís no será sancionado ya que “hubo evidencias insuficientes para respaldar una determinación disciplinaria contra Sanó, debido a relatos contradictorios e inconsistentes de los testigos, y a la falta de documentación que sustentara algo”.

De todo esto, el tercera base de los Mellizos aprendió una lección y la dice sin tapujos. “No confiar en nadie, porque el más bonito te hace daño”, dijo Sanó desde Washington D.C., donde se encuentra con su equipo antes del inicio mañana de la temporada de las Grandes Ligas.

“Yo no podía verle la cara a mi madre ni a mi esposa por la vergüenza que tenía por esa acusación. No es que yo sea un santo, pero nunca le haría daño a una mujer porque vengo del vientre de una mujer. Nunca le faltaría el respeto a una mujer”, añadió.

Miguel Ángel, quien en mayo 11 cumplirá 25 años de edad, reveló que llegó a decirle al equipo, entiéndase a sus compañeros y al alto mando del mismo que “si me encontraban culpable, si había pruebas de que había hecho eso que me sacaran de por vida de la pelota, que no me dejaran jugar más”.

Grandes Ligas ha endurecido su política contra casos que tengan que ver con violencia doméstica y abusos sexuales.

Varios jugadores han sido castigados por incidentes en los que sus parejas los han acusado de golpearles. No solo la suspensión, que incluye días sin jugar y, por ende, sin cobrar el salario, tiene su impacto, sino que la imagen del atleta se ve bastante afectada.

Aunque no hubo medida disciplinaria en contra de Sanó, a este le hubiese gustado que en vez de decir “la MLB no suspenderá a Sanó, que dijeran Sanó no violó a nadie”, porque, según el fornido jugador de 261 libras, “lo primero se presta a que la gente me vea como culpable”.

De todas formas, el criollo, quien debutó en 2015 en las Grandes Ligas, dijo a elCaribe que sus abogados no responderán legalmente con una demanda contra Bissen.

“Vamos a dejar eso así, yo lo que quiero es jugar pelota tranquilo”, señaló.

Listo para 2018

Sanó se encuentra recuperado de una lesión en la pierna izquierda y espera tener una gran campaña con los Mellizos.
“Estamos en salud, gracias a Dios y concentrados para tener un temporada de calidad. Veo al equipo bien, tenemos talento. Siento que estoy en condiciones de ayudar en todo. Se ha trabajado fuerte”, dijo. En 2017, pegó 28 jonrones en 424 turnos consumidos en 114 partidos. No vio acción en más juegos por su problema en la pierna izquierda que requirió de una cirugía.

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