Serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado que se produce accidental o casualmente o cuando está buscándose algo distinto. En la historia de la ciencia son muchos los casos. La penicilina, los rayos x, el principio de Arquímedes y la pólvora son todos ejemplos de serendipia, descubiertos o inventados sin buscarlo. Igual fue en el caso de la popular “Viagra” o citrato de sildenafilo, producto concebido originalmente como medicamento contra males cardíacos pero que al producir un efecto inesperado en los sujetos que lo probaban – erección-, se reorientó como fármaco todos sabemos para qué. Como quien no quiere la cosa ha cumplido veinte años en el mercado, paradójicamente fomentando emociones que aunque felices, pueden resultar muy fuertes para enfermos cardíacos.

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