China es el país más poblado del planeta y desde hace unos cinco años se convirtió en la segunda mayor economía mundial.
Por esas dos particularidades cualquier transacción que se planee con el gigante asiático debe pensarse en grande, en mucho volumen. Muchos consumidores y una mayor capacidad de consumo dada por el crecimiento económico, son factores a considerar.
De ahí que el anuncio hecho por el Gobierno de China de que desde el día 7 de junio en curso declaró a República Dominicana como un destino turístico, debe ser recibido por este país caribeño como una oportunidad y un reto, al mismo tiempo.
La decisión del Gobierno de la República Popular China permite que las agencias de viajes puedan ofertar a sus ciudadanos paquetes turísticos con el destino República Dominicana incluido. Anualmente salen de ese enorme país por motivo de recreación, de disfrute, unos 130 millones de chinos, cantidad que representa alrededor del 10% de la población. Pero solo a destinos autorizados por el Gobierno chino.
Para República Dominicana, que tiene como meta para el año 2022 captar 10 millones de turistas, la decisión de China de incluir a este país antillano como destino turístico para sus ciudadanos, es una ventana que se abre y le facilita cumplir su objetivo.
El destino dominicano, que ya ronda los 7.0 millones de visitantes anuales, es visitado mayormente por estadounidenses, canadienses, franceses, alemanes, españoles, rusos y suramericanos. China Popular no figura entre los emisores de turistas al destino dominicano. La razón es obvia: República Dominicana estaba excluida de la lista de destino turístico para los chinos, porque no existían relaciones diplomáticas entre los dos países. Desde el primero de mayo pasado ya existe relación diplomática.
Y desde junio República Dominicana es elegible para las agencias de viajes chinas ofertar este destino. Y también hay permisos para que aerolíneas puedan realizar vuelos directos entre los dos países.
El escenario está despejado. Ahora el Gobierno dominicano tiene que hacer sus gestiones para captar algo del pastel que representan los viajeros chinos. El Gobierno de ese país ha pedido que se libere a sus ciudadanos de visado para ingresar a territorio dominicano. Quizás esa sea la primera prueba que debe pasar.
