Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Syngman Rhee era talvez el líder coreano mejor conocido por las autoridades norteamericanas ya que residió en la capital federal durante toda la contienda bélica tratando de obtener compromisos de los aliados que aseguraran soberanía a Corea. Fue llevado a su país antes que los demás miembros del Gobierno Provisional, donde hizo campaña en favor de una política de independencia inmediata y de unificación del territorio nacional coreano, rápidamente construyendo una fuerte organización política de masas apoyada por escuadrones de manos duras. Wikipedia resume el primer mandato de Rhee como sigue. “Su mandato de 12 años sigue siendo objeto de controversia, y estuvo marcado por las tensiones de la Guerra Fría y la división de Corea. Rhee, identificado con políticas conservadoras y anticomunistas, lideró a Corea del Sur en la Guerra de Corea (1950-1953), afrontó la reconstrucción del nuevo país tras el conflicto y desempeñó un mandato autoritario. Finalmente, tuvo que dimitir en 1960 bajo las acusaciones de fraude electoral” (https://es.wikipedia.org/wiki/Syngman_Rhee). Esa visión promueve la percepción de Rhee como extremista de la derecha.
David P. Fields ve en cambio a un Syngman Rhee con inclinaciones políticas contrarias al liberalismo y al capitalismo, promotoras del socialismo y el nacionalismo. Señala que en 1945, “Rhee declaró al New York Times poco después de regresar (a Corea) que había dos tipos de comunistas, los que querían un gobierno comunista (léase soviético) y los que creían en algunos de los principios económicos del comunismo. Afirmó que él mismo creía en algunos de estos últimos y que como líder coreano trabajaría para promulgarlos. Como primer presidente de la República de Corea, firmaría y ejecutaría una ley de reforma agraria radical que pondría fin a siglos de tenencia de la tierra en Corea. Presidió una economía ampliamente nacionalizada y gobernó bajo una constitución que los expertos estadounidenses acordaron, esencialmente creó en Corea del Sur un estado socialista. En muchos sentidos, Rhee encaja tan bien en el lado izquierdo del espectro político como en el derecho” (https://sinonk.com/2017/08/05/yongusil-93-socialisms-influence-on-syngman-rhee-and-the-founding-of-the-republic/). Así mismo, reconoce que “Rhee era un líder profundamente defectuoso por muchas razones; ser un reaccionario no era una de ellas” (Ibid).

Critica la decisión interventora: “ Asimismo, la política estadounidense en Corea se sacudió del desastre a la catástrofe, pero no porque estuviera comprometida con la imposición de una ideología capitalista de derecha. La mayoría de los errores del gobierno militar estadounidense en Corea, . . . engendraron la decisión apresurada de embarcarse en una gran ocupación sin mucho plan” (Ibid).

“Sin saber por qué estaban en Corea, los políticos estadounidenses estaban ansiosos por irse, y reacios a dar garantías a los coreanos de que regresarían, . . . en el caso de una agresión comunista. Rhee pasó sus primeros dos años como presidente rogando por la tranquilidad de que los Estados Unidos defenderían a la República de Corea de la agresión externa. Si la hubiera recibido, toda la historia de la Guerra Fría habría sido diferente”. (Ibid).

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