Roger Federer estuvo a un punto de un cómodo triunfo en sets corridos en los cuartos de final de Wimbledon. Un miserable punto.
Y entonces, lentamente durante poco más de dos horas y hasta el 24to juego del quinto set, mientras la temperatura descendía y los gritos de “¡Vamos Roger!” se ahogaban entre las sombras, todo se le desmoronó al ocho veces campeón. Contra un oponente que nunca lo había derrotado y que nunca había llegado tan lejos en All England Club.
En un sorprendente giro, Federer dejó escapar un punto para partido en el tercer set y eventualmente cedió toda su ventaja en una derrota ayer 2-6, 6-7 (5), 7-5, 6-4, 13-11 ante Kevin Anderson en una batalla de 4 horas y 14 minutos.
En otro encuentro, el español Rafael Nadal, quien tiene dos de sus 17 títulos de Grand Slam en Wimbledon, venció al argentino Juan Martín del Potro 7-5, 6-7 (7), 4-6, 6-4, 6-4.
