Explicación previa

Con motivo de un escrito que hice con el título “La lectura de una foto con sentido sistémico”, algunas personas se me han acercado para decirme que no están de acuerdo con las opiniones que expresé criticando el hecho de una señora embarazada exhibiéndose desnuda. Según mis críticos, cada quien está en libertad de hacer con su cuerpo lo que le venga en ganas. Por medio de este artículo procuro responder a quienes no comparten mi censura a la pornografía abierta o incitante.

I.- Posición con respecto a la libertad

1.- Conforman el pensamiento de una persona la forma como ha desarrollado su vida material y espiritual; el ambiente donde ha vivido y las ideas políticas, religiosas, filosóficas, éticas y morales que ha asimilado. Nadie nace con el sello que lo marcará para toda su existencia como liberal, radical, conservador, bueno o malo; es la práctica de la vida la que sirve para definir al ser humano.

2.- En ese permanente ir y venir, andando de un sitio a otro; moverse ejecutando tareas permite conocer las actividades realizadas de manera accidental o habitual por el ciudadano o la ciudadana de un determinado país. Afanarse llevando a cabo una actividad específica es demostración de que se hace con apego, por convicción, como un ideal.

3.- Lo que es habitual se hace siempre de la misma manera, llegando con el transcurso de los años a convertirse en algo usual en quien lo ejecuta. El que está acostumbrado a hacer una tarea la lleva a la realidad de manera natural porque a lo acostumbrado nos adaptamos con naturalidad; nos familiarizamos de tal manera que nos comportamos debidamente amaestrados.

4.- No puede ser una actitud o postura fingida creer en la libertad, defenderla y hacer uso de ella. La simple pose no cuadra en la defensa coherente de lo que es propio del ser humano. No es propio en aquellos que han hecho de su vida pública y privada una especie de página abierta, para que sea conocida por todos y todas, dar a entender lo que no es verdad.

5.- Para mí, la libertad es familiar; me siento ligado a ella como algo inherente y, de igual manera, la veo unida a todo ser humano como lo que no se puede separar. Ella es consustancial a todo lo que tiene vida y merece ser defendida sin importar quien sea su titular.

6.- La posición que he mantenido con relación a la libertad la he expuesto en la plaza pública, así como en foros nacionales e internacionales por medio de charlas y conferencias participando en seminarios y congresos en los cuales han estado presentes mujeres y hombres de todos los continentes y con diferentes criterios políticos, filosóficos y religiosos. En ningún tiempo ni espacio he tenido temor a plantear mis creencias, y en particular la posición que sostengo de la libertad.

II.- Mis criterios recogidos en un libro de mi autoría

7.- Porque el tema relacionado con la libertad como bien jurídico ha sido ampliamente controvertido, para que mis descendientes conocieran mi opinión con relación a la libertad, su ejercicio y protección, decidí organizar y materializar mi parecer sobre el asunto, para que no quedaran dispersas las ideas que al respecto he mantenido.

8.- La Editora Alfa y Omega, en el año 1988, procedió a imprimir la obra de mi autoría con el título: “Dos temas y un tiempo”, de la cual resultaron seis (6) tomos. El texto está prologado por el finado reverendo Avelino Fernández, y con un comentario de la licenciada Susi Pola. Cada volumen en los que está dividido el libro comprende lo que escribí desde 1966 hasta 1988 acerca de la libertad y los Derechos Humanos, incluyendo las veces que hice uso de esas prerrogativas para defender personas físicas en mi país y en el extranjero. En la actualidad el compendio mencionado forma parte de la Colección doctor Ramón Antonio Veras, en el Archivo General de la Nación.

9.- En el discurrir de las más de cinco mil páginas que contienen los seis tomos del libro “Dos temas y un tiempo”, el lector puede examinar la forma como hice uso de mi libertad de expresión para defender en el foro nacional e internacional la facultad de obrar de una manera o de otra, o de no obrar. Durante los doce años del régimen del doctor Joaquín Balaguer, en diferentes marcos desarrollé lo que creo es la libertad, su ejercicio y limitaciones, así como que no se debe en nombre de ella afectar a los demás.

III.- Mi parecer entorno a la limitación de la libertad

10.- Es mi parecer que sin importar cuál sea el régimen imperante, no se debe hacer uso de la libertad a la mejor conveniencia, porque ella siempre estará sometida a controles para regular su ejercicio. La libertad no puede ser ejercida contra los derechos establecidos y las leyes que tienen por finalidad garantizar la vida de los seres humanos. En ninguna parte del mundo civilizado un ciudadano o una ciudadana tiene facultad de comportarse como se lo manda su voluntad, porque su libertad está sujeta a que no haga uso abusivo de ella. El pensamiento puede ser comunicado libremente, salvo la responsabilidad por el abuso del uso de la libertad de expresión, en cuyo caso el actor queda a merced de lo que dispone la ley y deciden los tribunales.

11.- Por muy amante que sea una persona del ejercicio pleno de su libertad, y por encima de su deseo de hacer de ella uso constante, su sentido voluntarioso no puede colocarlo sobre el derecho de los demás. El hecho de que usted sea dueño de su cuerpo no puede hacer con él lo que le manda su deseo. Su inclinación a hacer con su figura lo que decida su voluntad choca con el derecho de los que con usted conviven en la comunidad. La libertad de disponer a su antojo de su masa corporal tiene limitaciones que impiden que de mala manera e incorrectamente proceda lesionando el pudor de otros y de otras.

12.- Aunque un jovencito sea muy esbelto, su esbeltez no le da derecho ni le concede la libertad para exhibirse desnudo en la calle El Conde con Palo Hincado, como tampoco enseñarse sin ropa en la calle Del Sol esquina 30 de Marzo, de la ciudad de Santiago de los Caballeros. La autodeterminación a presentarse descubierto al público es uso abusivo de la libertad; es un desenfreno que se asemeja a lo impúdico, licencioso, a la relajación de la libertad que no es más que el libertinaje en el que siempre caen los libidinosos, los pervertidos de una sociedad humana en decadencia. La facultad de decidir sin coacción alguna no procede en un ambiente sometido a leyes previamente establecidas.

13.- Un pueblo cualquiera viviendo bajo un sistema social justo, en nombre de la libertad no está permitido luchar contra la felicidad que ese orden establecido le garantiza. Libertad contra la libertad, no; porque solamente es legítimo el ejercicio de la libertad cuando se persigue el bien de la generalidad de los que componen la sociedad. Es posible ejercer la libertad sin agraviar la convivencia social y la dignidad humana.

14.- La libertad no debe estar a disposición de quienes quieren disfrutarla en forma antojadiza. Solamente una sociedad degradada en lo ético y moral puede garantizar la libertad para la presentación de obras literarias y artísticas cargadas de inmoralidades. El pornográfico, deshonesto y desvergonzado no debe tener la protección de los poderes públicos.

15.- En nombre de ejercer la libertad no está permitido afectar a la sociedad. El uso de derechos y libertades no debe dañar los de otros. La libertad se ejerce en un determinado medio social; ella no es una reflexión profunda ni se materializa en un medio abstracto, sino en la sociedad humana. La libertad absoluta no está permitida. Sería un absurdo pensar que se puede aceptar el ejercicio de la libertad de expresión para difundir la discriminación, el odio, el terrorismo, estimular el derrocamiento de un gobierno democrático o para justificar el robo de los dineros del erario y difamar.

16.- Decir que “el fundamento de la moral y de las leyes lo constituyen la mayor felicidad del mayor número de gentes”, significa que una minoría no puede darle riendas sueltas a sus caprichos en nombre de sembrar en el seno de la sociedad la desgracia, la desventura y el infortunio. Porque “no hay ley ninguna aceptable por igual para todos”, la minoría está obligada aceptar aquello que va en bien de la mayoría. Aquellos que creen que pueden dañar en nombre de su libertad, son los mismos a los cuales les cuadra la idea de que “puede uno muy bien hacer cosas plenamente legales y ser al mismo tiempo un solemne pillo”. A veces la ley permite, pero el honor prohíbe.

17.- No escapa a mi conocimiento que muchos estatutos constitucionales, con juego de palabra quitan la esencia a la libertad para justificar la protección de intereses de grupos económicos. De ahí que es común leer en una u otra Constitución que, por ejemplo, “la libertad de expresarse podrá ejercerse siempre y cuando no atente contra el orden establecido, que no es otro que el sistema que hace posible el mantenimiento del estatus quo”.

18.- He defendido y defiendo la libertad partiendo de que “el libre desenvolvimiento de cada uno es la condición del libre desenvolvimiento de todos”. La libertad no es algo de lo que cada quien puede disponer para ejecutar lo mismo el bien que el mal. El artículo 4 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 define que la libertad consiste en poder hacer todo lo que no perjudique a los demás, y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, lo mismo que la Declaración Universal de los Derechos Humanos, reconocen la limitación de dichos derechos condicionados por “los derechos y deberes respecto a la sociedad”.

19.- La libertad y los derechos civiles, económicos, políticos y sociales solo es posible materializarlos con dignidad allí donde están creadas las premisas materiales para hacer posible su realización. Para el ser humano incidir en los asuntos de trascendencia de su país tiene que tener garantizada la libertad, el derecho al trabajo, a la instrucción, la salud, la vivienda, el sano esparcimiento y la seguridad de vida y bienes. Educar con base en principios éticos y morales está acorde con preparar a los miembros de la comunidad con el fin de que hagan uso de la libertad en un ambiente de respeto mutuo.

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