Los defensores de la comunidad LGBT y sus partidarios se declararon en huelga en el país hace como dos semanas en protesta a la legislación. La protesta también se convirtió en un llamado general por la igualdad, luego de otra reciente y controvertida ley que parece oponerse al liberalismo israelí.
“Estoy aquí porque soy un LGBT que vive en el estado de Israel”, dijo Omer Yehoshua. “Quiero que mis derechos sean iguales a aquellos de los heterosexuales que viven en este país para que en un futuro, si tengo una pareja, pueda casarme y registrarnos como padres”.
Chanoch Obel estaba entre los manifestantes en contra del desfile. “Quieren destruir nuestra cultura, quieren destruir nuestra sociedad, quieren destruir la naturaleza de la familia. En Jerusalén, de todos los lugares del mundo… Tel Aviv lo comprendemos, Jerusalén… horrible”, dijo.
Jerusalén organiza un modesto desfile anual en contraste con la celebración en el liberal Tel Aviv, que recientemente atrajo a más de 250.000 personas.
Muchos de los residentes de Jerusalén son judíos, musulmanes o cristianos practicantes, comunidades que con frecuencia rechazan la homosexualidad.
Un judío ultraortodoxo mató a puñaladas a Shira Banki, una joven de 16 años, en el desfile de Jerusalén de 2015. El ataque fue ampliamente condenado en todo el espectro político de Israel y el asesino fue sentenciado por homicidio.