Cierto que la deuda social del país es ingente y en gran parte efecto de la corrupción e irresponsabilidad política que secularmente hemos padecido. Pero también hay que reconocer que no podemos pretender que los gobiernos solos carguen con todo. Buena voluntad, cooperación ciudadana y civismo son imprescindibles para enfrentar nuestros muchos problemas. Con su iniciativa para disminuir el uso de plástico en sus establecimientos comerciales, incluyendo campañas educativas, el Centro Cuesta Nacional (CCN) aporta un magnífico ejemplo en ese sentido. Otras empresas comerciales deben replicar la buena práctica, para avanzar el país en cuanto al serio desafío medioambiental que es el plástico. CCN planta una semilla a cultivar con paciencia, compromiso y esperanza; cambios culturales son a largo plazo.

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