La principal oposición social al gobierno del presidente Danilo Medina proviene de la Marcha Verde y la política del sector de Leonel Fernández en el PLD.

El gobierno del presidente Medina llega a la mitad de su período con la oposición política partidista dividida a causa de la ley de partidos y agrupaciones políticas, aprobada la pasada semana en el Congreso con el apoyo del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), a pesar de eso el PRM ataca al gobierno por el caso de Joao Santana, y la Marcha Verde tomó de nuevo las calles, por lo que a estas alturas la mayor presión hacia la gestión del PLD viene por el tema de la corrupción.

El hecho de que el PRM haya concluido su proceso de reestructuración interna y que salga del debate de la opinión pública el tema de la ley de partidos políticos, especialmente por las primarias partidarias, por su aprobación, le permitiría organizar de manera más efectiva la oposición.

Sin embargo, la lucha por la candidatura presidencial entre Hipólito Mejía y Luis Abinader, podría concentrar los esfuerzos que la organización pueda hacer por fortalecer su papel de oposición.

Abinader, aspirante a la candidatura presidencial del PRM y la figura de la oposición mejor posicionada hasta ahora en las encuestas para las elecciones del 2020, además de criticar por la corrupción ataca al gobierno por el tema de la inseguridad ciudadana y el nivel de endeudamiento.

El PRM, la segunda fuerza política del país y principal partido de oposición, ha arreciado los ataques al gobierno, pero la pasada semana fue mala en ese propósito por su decisión de apoyar la propuesta del sector del presidente Danilo Medina que deja en mano de la cúpula de los partidos la decisión sobre el tipo de padrón y método de elección de los candidatos a cargos electivos.

La Comisión Ejecutiva decidió que su partido tomará las calles y hasta ahora, hace dos semanas hicieron “una parada cívica” simultánea en la Capital y otros puntos del país y dieron apoyo a la “Marcha del millón” de ayer.

La decisión que quebró el bloque

La decisión de la organización de romper con nueve partidos de la oposición obedece a una estrategia política de mantener dividido al PLD, donde Medina domina por amplia mayoría en los organismos, pero tiene prohibición constitucional para presentarse a otra candidatura. La decisión deja en desventaja a Leonel Fernández, en minoría en el PLD, pero no tiene problemas legales para presentarse como candidato presidencial.

La estrategia del PRM parece dirigida a dificultarle el camino de la candidatura presidencial del PLD a Fernández, que aparece favorito para ganar las elecciones del 2020; sin embargo, los colaboradores del presidente Medina han iniciado una campaña dirigida a modificar de nuevo la Constitución para habilitar al mandatario y puede repostularse en las próximas elecciones.

Si Medina logra el propósito de quitar la barrera constitucional, el PRM y la oposición podrían quedar atrapados de nuevo como en el 2016, cuando apuntó al “toro que no es y lo aniquiló el toro que sí es”. Otro factor a ponderar ante la decisión del PRM es que hasta ahora el PLD ha logrado mantenerse unido para ganar elecciones, por lo que la acción de dar mayor poder a Medina contra Fernández, no es una garantía de que la organización se divida de cara al 2020.

Enfoque del liderazgo del PRM frente gobierno

Uno de los problemas del PRM es que sus líderes principales, Hipólito Mejía y Luis Abinader, tienen un enfoque muy distinto sobre el papel de oposición al gobierno. Mientras Abinader y figuras como la diputada Faride Raful, son críticos agudos, el expresidente Mejía luce cercano al presidente Medina.

Raful ha sido una figura clave del PRM en las críticas relativas a la corrupción del gobierno en el caso Odebrecht y Abinader critica el modelo económico, el endeudamiento y la inseguridad ciudadana, entre otros temas.

Sin embargo, el expresidente, que es una figura con mayor potencial de impacto de opinión pública, más bien cuando hace declaraciones sobre el gobierno lo hace para elogiar algún proyecto, y su objetivo sigue siendo el expresidente Leonel Fernández, contra quien emite críticas fuertes cada vez que tiene la oportunidad, lo que no ocurre con Medina.

Por ejemplo, Mejía valoró positivamente la designación de Osmar Benítez en el Ministerio de Agricultura e incluso lo visitó.

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