El Partido Revolucionario Moderno (PRM) jugó a las contradicciones entre los bandos peledeístas por el artículo 46 de la ley de partidos. Y por ese camino estuvo en movimientos que no siempre fueron interpretados correctamente. La estrategia olvidó que ya había asumido un compromiso con el “Bloque Opositor”, mediante el cual se dejaba a los partidos decidir según sus estatutos. Pero ahora los aliados sienten que fueron abandonados, para no utilizar la otra palabra, y los perremeístas reciben críticas de diversos litorales, algunas muy airadas. Y pensar que el acuerdo para aprobar la ley de partidos con el bando del presidente Danilo Medina ha sido considerado por sus voceros como un éxito. ¿Qué pasó?