Santiago. La Oficina Regional de Cultura continúa acéfala, aunque fue reabierta el área administrativa que había cerrado la pasada semana el destituido director Lincoln López.

En el local, que está ubicado en la calle Del Sol, en el mismo edificio donde funciona el Centro de la Cultura, los empleados laboran con cierta regularidad.

La única empleada con que cuenta el área administrativa y que se encontraba de vacaciones al momento que López decidió colocarle un candado y clausurarla, retornó a sus funciones.

Algunos empleados dicen que las supuestas irregularidades denunciadas por el cancelado director, obedecían a que pretendía colocar en lugar de la encargada administrativa, a una persona de su confianza.

Los empleados se negaron a hablar de manera pública, por temor a ser cancelados. En el breve comunicado emitido el día 20 por Lincoln López, establecía que la medida sería aplicada hasta tanto culminara el proceso de saneamiento de esa unidad.

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