Este distinguido médico de Santiago de los Caballeros, nació en julio del 1903. Realizó sus estudios primarios en la escuela “San Rafael”, bajo la tutela de Don Rafael Ramos, y recibió su diploma de Bachiller en Ciencias Físicas y Naturales en la Escuela Normal Superior de Santiago de los Caballeros en el 1921. Trabajó por unos dos años como profesor de octavo curso, hasta su ingreso, en 1923 a la Universidad de Santo Domingo. Durante sus estudios sacó notas sobresalientes en más de la mitad de las materias cursadas. En el 1927 recibió su título de Licenciado en Medicina y Cirugía, registrado con el numero 336 del folio 16, y en mayo de ese mismo año recibió su exequatur del Poder Ejecutivo. Trató en esos años de trasladarse a París a realizar estudios de neurocirugía, pero las circunstancias de la época se lo impidieron.

Estableció su consultorio en la calle Beller 101, en su ciudad natal, y en el 1930 fue comisionado por el gobierno para atender en el Hospital de Santiago a las víctimas del ciclón de septiembre del 1930. En el 1941 fue vicepresidente de la recién fundada Asociación Médica de Santiago, de la que fue además vocal en el 1942 y tesorero en el 1943. En septiembre del 1943 publicó en el Boletín de la Asociación Médica de Santiago el trabajo: “Un caso de hipertrofia prostática, complicada con retención aguda completa y permanente, considerado desde el punto de vista quirúrgico”.

Fue de los cirujanos más destacados en el Hospital José María Cabral y Báez de Santiago. En ese hospital, además de cirugía general, se dedicó a los casos de urología, y fue de los primeros médicos dedicados a esa especialidad en Santiago. Pero además, el Dr. Pellerano tuvo una práctica profesional intensa y desinteresada en su ciudad natal, ofreciendo sus servicios a la población con gran dedicación y esmero, cosechando un notable éxito. Se desempeñó además como médico legista en Santiago de los Caballeros y fue uno de los propiciadores del banco de sangre del Hospital José María Cabral y Báez. Como adición a su devoción por el servicio social, fue uno de los fundadores del Club Rotario Santiago.

En mayo del 1957 inauguró la Clínica Pellerano en la ciudad de Santiago, coincidiendo con el Día de las Madres, ubicada en la entonces calle Julia Molina 102, hoy Independencia. La actividad fue reseñada en los medios de la época. La bendición estuvo a cargo de Monseñor Hugo Polanco Brito, y la construcción de la clínica estuvo bajo la dirección del ingeniero Mauricio Alvarez. El Dr. Pellerano estuvo acompañado de su esposa, la Sra. Mercedes Moscoso, y los Dres. Octavio Almonte y Alejandro Espaillat.

Falleció en diciembre del 1959, con tan solo 56 años, dejando un hondo pesar en la sociedad de Santiago, que supo aquilatar la honestidad, moralidad y capacidad del Dr. Pellerano. Tras su fallecimiento, el Dr. Sergio Bisonó escribió: “ La rectitud de tus convicciones fueron tus normas, ni el egoísmo y otros sentimientos mezquinos encontraron albergue en tu noble pecho. Limpio de conducta y de pensamiento, siempre supiste olvidar la ofensa recibida y mirar con generosa indulgencia las caídas de los demás”. Esto fue publicado a los nueve días de su muerte en el periódico La Información de Santiago. También se refirió a su muerte el Dr. Salomón Jorge: “Como médico la vida del Dr. Lorenzo Pellerano constituye el ejemplo de toda una existencia consagrada enteramente al estudio y a ejercer honesta y cabalmente la profesión, con abnegación, humildad y profundo amor al prójimo”.

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