Los apagones ya no son la mayor preocupación de los dominicanos como era en años pasados, de acuerdo a las encuestas. Indiscutiblemente la situación eléctrica logró mejoría. Con la ley de hidrocarburos, que ajusta semanalmente los precios de carburantes, y la era de uso de gas propano y gas natural en vehículos, acabaron los tiempos de huelgas violentas de choferes en protesta por alza de gasolina. Muy auspicioso. Pero en países surrealistas como el nuestro los problemas no se resuelven sino que van y vienen en el tiempo. Ahora padecemos otra coyuntura de apagones, la que nunca falta en verano-. Taxistas en Santiago protestaron por los altos precios de los combustibles. Estampas añejas que vuelven y vuelven siempre; estampas dominicanas.

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